Lorenzo Bernaldo de Quirós.- Y yo más... populista

MADRID 1 Oct. (OTR/PRESS) -

La vivienda se ha convertido en uno de los temas estelares de la precampaña electoral. Populares y socialistas rivalizan en sus esfuerzos para hacer más accesible la vivienda y en ayudar a quienes más se pueden ver afectados por la subida de las tasas de interés. Unos y otros se acusan de plagiar sus medidas que, por desgracia, adolecen de paternalismo, tienen un tinte populista poco grato a un liberal y además van a ser ineficaces. El grueso de las propuestas de la izquierda y de la derecha en materia de vivienda se parecen como dos gotas de agua. Esto resulta inquietante para quienes pensamos que el PP debería representar los valores liberales y de mercado que tan bien le funcionaron entre 1996 y 2004.

La mayoría de las iniciativas del PP y del PSOE introducen propuestas que "hacen más barato" para la gente adquirir una vivienda. Esto conduce de manera inexorable a aumentar la demanda de pisos tanto en propiedad como en alquiler. Ahora bien, como no se plantea ninguna idea efectiva para incrementar la oferta, eso se traducirá en un aumento de los precios. Esta es una lógica económica impepinable, un ejemplo de libro de la Ley de las Consecuencias no Queridas formulada por los economistas clásicos. Que el PSOE caiga en ese error era esperable que lo haga el PP resulta decepcionante.

En la derecha siempre han convivido tendencias liberales y estatistas o, mejor, populistas. Muchos conservadores parecen convencidos de que para derrotar a los socialistas lo mejor es copiar sus recetas. Aunque este planteamiento ha mostrado ser un error consistente, la tentación plagiaria de la derecha emerge de vez en cuando. De cara a los comicios el PP ha de ser el partido del gasto y de los impuestos bajos, de los mercados libres y de la apertura exterior. Si sucumbe a la tentación contraria no ganará votos del rival, que tiene mucha más credibilidad gastadora, y sí perderá credibilidad y rigor por un plato de malas lentejas.

Lorenzo Bernaldo de Quirós.