Actualizado 25/06/2008 02:00

Pedro Calvo Hernando.- Cuando la crisis aprieta

MADRID 25 Jun. (OTR/PRESS) -

La crisis económica aprieta y el Gobierno se va dejando de bobadas semánticas y adopta decisiones congruentes con la gravedad de la situación. Incluso Zapatero va a tener una comparecencia parlamentaria la próxima semana, fuera del período normal se sesiones, para explicarse, como acaba de hacerlo en la sede del CES. La oposición en bloque le presiona para que no se distraiga y se aplique de lleno a tan importante tarea. Eso quiere decir que el congreso del PSOE de los días 4, 5 y 6 de julio va a celebrarse en plena inmersión en la crisis económica, ya que, además, los socialistas no tienen ningún problema interno digno de especial mención. Así pues, todos a aplicarse a la búsqueda de soluciones y salidas a la crisis económica, que es lo que más le importa en estos momentos a la gente. Mucho más que la crisis del PP, cerrada provisionalmente en su congreso del pasado fin de semana, en el que Mariano Rajoy ha dado pruebas de firmeza y de conocimiento de los grandes vicios de su partido, de sus fantasmas, que ahora se esconden discretamente.

Lo más importante tras el cierre del congreso de Valencia es la ruptura de la sintonía entre José María Aznar y Mariano Rajoy, mantenida un poco en precario durante la anterior legislatura. Muchos se preguntan por qué Rajoy no rompió las baraja mucho tiempo antes y se preguntan igualmente por qué Aznar no se colocó mucho antes en la cabecera del sector crítico. La respuesta a la primera pregunta tiene mucho que ver con el estado cataléptico en que había quedado el partido tras los trascendentales días del 11 al 14 de Marzo de 2004. En aquellas circunstancias, tras el triunfo socialista, Rajoy hizo piña con el equipo heredado de Aznar con todas sus consecuencias. La nueva derrota de hace cuatro meses le ha hecho comprender que seguir así era una necedad y un suicidio. Y Aznar no se puso al frente de los críticos porque él ya se dedica a otra cosa y se ha metido en la esfera de las grandes fortunas, de la que ya no se siente capaz de salir. Tendrá que ser Esperanza Aguirre quien abandere el sector duro durísimo. Pedro Calvo Hernando.

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