Actualizado 02/11/2013 12:00

Pedro Calvo Hernando.- ¿Nueva senda para Cataluña?

MADRID, 2 Nov. (OTR/PRESS) -

Bendito sea Dios. Ahora parece que empiezan a darse cuenta del absurdo pandemonium en el que nos han colocado los soberanistas y los antisoberanistas, como si no lo viniéramos advirtiendo desde el instante mismo en que descerrajaron el tiro de salida en septiembre de 2012, por lo menos. De manera que era cierto que ese espantoso lío no conducía a ninguna parte. De modo que era verdad que las posiciones radicales enfrentadas solamente nos llevaban a la melancolía. Y que el pandemonium se iba llevando por delante algo tan esencial como la fraternidad y la mutua estima entre Cataluña y el resto de España. Y que esa radicalidad era fatal para todos. Y que nadie tenía derecho a echar por tierra una convivencia de siglos y últimamente de décadas, incluidas las que pasaron bajo los Gobiernos autonómicos de Jordi Pujol, al que mil veces todos habíamos calificado de gran estadista y quien siempre mostró un gran cariño por España. Y que los buenos demócratas de más acá del Ebro no perdíamos ocasión de ensalzar a Cataluña y de mostrar nuestra admiración por los catalanes y el catalanismo.

Así es que a ver si nos dejamos ya de verdad de hacer el oso entre todos y nos centramos en avanzar por la senda que se atisba estos últimos días, con presiones políticas y empresariales o sin ellas, y los radicales del independentismo comprenden que lo suyo es un disparate, que los radicales del neocentralismo entienden que lo suyo es irracional y que los eternos indecisos tienen ahora la ocasión de aplicarse en la búsqueda de unas reformas que conduzcan al mayor autogobierno catalán posible dentro de la unidad de España y de su Estado, sin despreciar de antemano las formulaciones confederalistas de la Uniò de Duran i Lleida o las federalistas del socialismo de toda la vida. Y a propósito de lo último, a ver si los socialistas PSOE de Rubalcaba y los socialistas PSC-PSOE de Navarro se dejan de estupideces y vuelven al buen entendimiento de los muchos años transcurridos desde los inicios de la democracia española, que ha sido fundamental en el funcionamiento de Cataluña y de España.