Pedro Calvo Hernando.- Piensen en la gente

MADRID 12 May. (OTR/PRESS) -

Con la campaña electoral en marcha desde la madrugada de este viernes, se abre la breve etapa decisiva para la conquista del voto en trece Comunidades Autónomas y en más de ocho mil municipios -todos- de España. Se supone que oiremos hablar de los problemas que caen bajo la competencia de Ayuntamientos y autonomías, aunque en el arranque ya vemos cómo el PSOE pone mucho énfasis en Irak y las mentiras del PP y éste lo hace en su monotema de la política antiterrorista. Los socialistas inciden también en estos prolegómenos en la política social. IU, como casi siempre, es el partido que mejor sabe proyectarse sobre las necesidades de los ciudadanos, aunque sorprendentemente éstos no se lo agradezcan mucho dándole unos porcentajes superiores de votos. A lo que no aspiro, porque el realismo me lo impide, es a ignorar que todo el mundo está pensando en la política general y en el porcentaje de votos que alcanzarán el día 27 los dos grandes partidos, es decir, en el carácter de primera vuelta de estos comicios.

Los ciudadanos deberían debatirse entre esos dos grandes intereses. Por un lado, la respuesta de cada partido a los problemas cuyas soluciones dependen de las instituciones locales y autonómicas. Por otro lado, la respuesta a los temas nacionales e internacionales, inevitablemente presentes en la campaña, como lo han estado en la precampaña. La salud política de este país ganaría mucho si los partidos se detuvieran especialmente en los intereses que he mencionado en primer lugar. Una democracia fuerte y auténtica tiene que asentarse primero sobre la base de las instituciones locales y regionales, para que la política nacional -Parlamento, Gobierno, altos órganos institucionales- no se quede suspendida en el aire y alejada del aliento popular a ras de calle. No sería mucho pedir que exigiéramos a todos los partidos un gran esfuerzo de humildad y de respeto a la gente poniéndose en el lugar de la misma y ofreciendo sinceramente proyectos capaces de mejorar su situación y de cambiar la sociedad española desde abajo. ¿Alguien está dispuesto a ello?

Pedro Calvo