¡Bien por Bernat Soria! Que la primera medida del nuevo responsable de Sanidad haya sido lograr que el Consejo de Ministros autorice la comercialización de la vacuna contra el virus del papiloma humano, causante del cáncer de cuello de útero, está muy bien. El siguiente paso es que las Comunidades Autónomas, hay que recordar que la gestión de la Sanidad está prácticamente transferida, la incluyan en el calendario de vacunación gratuita y obligatoria.
Ha demostrado este ministro mayor sensibilidad hacia un tema que Elena Salgado, su antecesora en el cargo, dejó pasar por problemas de coste económico. Resulta paradójico que siendo mujer no se sintiera más próxima a una enfermedad que solo afecta a las jóvenes y que causa la muerte de quinientas ciudadanas al año solo en España. Es verdad que la vacuna no es la panacea y que hay que seguir insistiendo además en el uso del preservativo. Pero los años más peligrosos para el contagio son de los quince a los veinticinco años y hay que constatar que en este país a muy pocos padres se le pasa por la cabeza que su hija pueda tener relaciones sexuales con quince años. Por tanto toda prevención es poca.
El virus del papiloma es difícil de erradicar una vez contagiado y al cabo de los años provoca lesiones en la mucosa que degeneran en cáncer de útero. El tratamiento es doloroso pues la extirpación de la zona implica la casi imposibilidad de llevar a término un embarazo. La modernidad de un país se mide, además de su I+D+I, por acciones sociales tan imprescindibles como esta. Siempre comparándonos con Europa; pues bien Francia, Alemania, Reino Unido etc. hace tiempo que autorizaron la comercialización de la vacuna. De nada sirve la investigación si luego los descubrimientos que mejoran la vida de los hombres, en este caso las mujeres (hay quien pensará que si sanara a los varones ya estaría en las farmacias), no se aplican por el coste.
Bernat Soria va a proponer en octubre al Consejo Interterritorial de Salud, en el que están representadas todas las autonomías, que se incluya el 'Gardasil' (que así se llama la vacuna) en el calendario obligatorio. Algunas Comunidades ya habían reclamado esta medida por lo que parece que el trámite será fácil. Pero si la gratuidad se retrasa, cosa probable ante la lentitud de la Administración, y su hija está en edad de riesgo pónganle la vacuna que ya estará a la venta porque una simple enfermedad de transmisión sexual, que en los varones es inocua, a las chicas puede costarles la vida.