Victoria Lafora.- Vuela como puedas

MADRID 14 Dic. (OTR/PRESS) -

El Gobierno negocia a estas horas con diferentes compañías aéreas qué hacer con los pasajeros de Air Madrid que, en una cifra estimada de trescientos mil, tienen reserva para volar estas Navidades.

De momento sólo están confirmados los vuelos hasta el sábado y es más que probable que a partir de esa fecha la línea aérea que ha dejado por los suelos, y nunca mejor dicho, el nombre de Madrid deje de estar autorizada a seguir engañando a sus sufridos usuarios.

Seis meses ha tardado el Ministerio de Fomento en comprobar lo que ya sabían sus pasajeros: que volar con esta compañía tenía el riesgo añadido de no saber nunca con cuantas horas de retraso, cuando no días, ibas a llegar a tu destino. Y si después de doce horas de demora protestabas de una forma excesivamente enérgica sufrías además el castigo de que se te negaba el embarque por revoltoso.

Cuatro horas de retraso era la media de cada vuelo en su mayoría a capitales de América Latina y los que tienen reserva son casi todos inmigrantes que pretendían pasar las fiestas con sus familias y que ahora se ven en la situación de volar como puedan teniendo en cuenta que ya no queda ni un billete en vuelos transoceánicos para esas fechas.

Air Madrid presentó ayer sus alegaciones para evitar el cierre y se comprometió a una rebaja del cincuenta por ciento de un nuevo billete a los pasajeros que sufran demoras, la contratación de nuevos cargos directivos y de técnicos alemanes en mantenimiento de aeronaves.

La pregunta es ¿si esto era así de sencillo, porque no lo han hecho antes? ¿Sustituirán los nuevos directivos a los aviones que le faltan a la compañía para cubrir tantas rutas como pretendían realizar?

Los argumentos con los que pretenden paralizar la decisión de Fomento de retirarles la licencia son tan endebles frente a un problema tan grave que todo hace sospechar las escasas horas de vida que le quedan a Air Madrid.

Tampoco parece explicable la lentitud del Ministerio en tomar medidas cuando los motines en Barajas, uno por un retraso de más de treinta horas, se habían vuelto cotidianos ante los mostradores de la compañía. No es de recibo que vayan a tomar una decisión, largamente aplazada, precisamente ahora, días antes de las fechas de mayor movimiento de pasajeros. De momento, los que quieran volver a casa por Navidad, ya pueden ir buscando otro medio de trasporte.

Victoria Lafora