Actualizado 16/09/2016 13:54

El comercio legal del marfil es "insostenible" y no terminará con la matanza de elefantes

Comercio ilegal de marfil
REUTERS

MADRID 16 Sep. (OTR/PRESS) -

Legalizar o no el comercio del marfil es algo que divide a los países africanos y es una de las cuestiones más delicadas. Cómo atajar la situación es algo que decidirán en la 17ª reunión que se celebrará en Sudáfrica y que comenzará el 24 de septiembre en la Convención sobre el Comercio Internacional de especies amenazadas de fauna y flora silvestres (CITES).

No obstante, y según varios estudios, se hace evidente que un comercio legal de marfil nunca podría ser sostenible, según Samuel Wasser, genetista de la conservación de la Universidad de Washington. Por eso, el biólogo David Lusseau y el experto en comportamiento animal, Phyllis Lee de la Universidad de Stitling en Reino Unido han realizado investigaciones en este sentido.

Según los estudios que se recogen concretamente en la revista Science, los elefantes africanos crecen y se reproducen con mucha lentitud y "la demanda de marfil es demasiado grande", por lo que a juicio de Lusseau de la Universidad de Aberdeen en Reino Unido y principal autor del estudio, "la demanda "supera ampliamente" la capacidad de reproducción de los elefantes, por lo que facilitar el comercio no protegería a los elefantes y podría "dar una patada" que les llevara a la extinción.

Ambos, Lusseau y Wasser, crearon un modelo para predecir la cantidad de marfil que se puede producir de manera sostenible, teniendo en cuenta la lenta capacidad de reproducción y crecimiento que tienen los elefantes. Ambos dudaban de que los elefantes muertos, por causas naturales o debido a la caza controlada, fueran capaces de satisfacer la demanda.

Los investigadores han estudiado los elefantes en el Parque Nacional de Amboseli en Kenia desde 1972 y construyeron una manada virtual con 1360 elefantes. Calcularon la cantidad de marfil que podían producir de manera sostenible en diversos escenarios. Según el estudio, en el mejor de los casos, sin que sucediera un desastre natural y sin cazadores furtivos, sólo se 'cosecharían' entre 100 y 150 kilogramos de marfil anualmente, lo que no hace sostenible el comercio, debido a que la demanda es muchísimo mayor. Estos kilogramos 'legales' equivalen a eliminar un solo macho grande al año en una población de más de 1.300 individuos.

MÁS ELEFANTES MUERTOS PARA LA MISMA CANTIDAD DE MARFIL

Cualquier intento de aumentar o incluso mantener la producción de marfil se encontraría con dos problemas, según Lusseau. Por un lado, debido a que es más difícil y peligroso cazar a los grandes machos se necesitaría cazar más cantidad de elefantes de menor tamaño para obtener la misma cantidad de marfil, lo que conduciría a "una espiral de muerte". Otro de los problemas es que los grandes machos tienen aproximadamente entre 45 y 55 años, por lo que reemplazarlos llevaría décadas.

Los investigadores estiman que las cosechas legales de marfil están muy por debajo de la demanda, que está en las 210 toneladas al año. Según el investigador Samuel Wasser "se hace evidente que un comercio legal de marfil nunca podrá ser sostenible". Este genetista de la Universidad de Washington considera que sin un control, los rebaños están condenados a la extinción.

La legalización del comercio de marfil es algo por lo que sin duda lucharán los países africanos más ricos. La cuestión es si legalizar el comercio del marfil es la mejor manera de salvarlos.

Se estima que entre 2010 y 2014 los cazadores furtivos han terminado con la vida de unos 100.000 elefantes para robar su marfil y casi 1.500 rinocerontes fueron asesinados por su apreciado cuerno durante 2015. En general, los investigadores estiman que el número de elefantes africanos se han desplomado más de un 95% durante el último siglo.

EL BLANQUEO DEL MARFIL

Muchos países han efectuado una inversión considerable en el control del comercio ilegal del marfil, como Zimbawe, Botsuana, Sudáfrica y Namibia. Sostienen y defienden un comercio legal con un uso controlado de los recursos de caza, turismo y venta de marfil controlado y almacenado" Hay, sin embargo, otros países que ven riesgos en el hecho de que se legalice la comercialización del marfil porque puede fomentarse la caza ilegal y de alguna manera fomentar el "blanqueo del marfil".

Por esta cuestión muchos países europeos tienen medidas "muy restrictivas" sobre la reexportación del marfil en bruto, para evitar precisamente el blanqueo y fomentar la caza ilegal. Según los países que defienden la legalización del comercio del marfil, un comercio legal pondría en peligro la caza furtiva y proporcionaría un incentivo para proteger los rebaños y gestionarlos de manera cuidadosa.

LOS QUE DEFIENDEN EL COMERCIO LEGAL MEDIANTE LA CAZA CONTROLADA

Lógicamente, los países que quieren explotar el comercio del marfil están en desacuerdo con los estudios publicados por los expertos genetistas y biólogos de diferentes universidades del mundo.

Afirman que las investigaciones tienen fallos y que el número de elefantes contabilizado por los expertos en Amboseli, está lejos de la realidad. Ya que ellos manejan poblaciones cercanas a los 20.000 ejemplares en el sur de África y consideran que se sacrificaría a los machos y no a las hembras, de tal manera que en 40 años se conseguirían 17.500 kg de marfil al año, conseguidas la mayoría por muertes naturales, según Rowan Martin, parte del equipo de Zimbawe que ayudó a elaborar una propuesta para la legalización del comercio de marfil.

No obstante, en opinión de Lee, la manada de Martin "no es en absoluto realista," Zimbabwe, tenía algunas de 82.000 elefantes de acuerdo con el último censo, pero muchos de los animales "viven en pequeñas manadas de solamente 5000 a 7000" animales cada uno, más cerca del escenario de estudio, replica el experto en comportamiento animal.

Otros investigadores temen que incluso discutir la legalización empeorará las cosas para los elefantes. "Se da una señal positiva para los posibles compradores y la cadena de delincuentes involucrados en el comercio", dice Joyce Poole, que codirige ElephantVoices, un grupo de conservación en Nairobi. Lee dice: "Debemos mantener la prohibición, y eliminar la demanda, no tratar de llenarlo."

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