Actualizado 28/04/2009 14:00

Antonio Pérez Henares.- La liga de las europeas.

MADRID 28 Abr. (OTR/PRESS) -

Las europeas van a jugarse como la liga. El triunfo es cosa de dos que están a cuatro puntos y luego los demás que juegan a otras cosas. Incluso están los que como objetivo máximo tienen el no descender y aquellos que, por el contrario, aspiran a situarse en primera.

Sobre el principal resultado se hablará mucho de ahora en adelante y los resultados van a tener clarísimas repercusiones de futuro para los dos contendientes y sus respectivos equipos. Una derrota de Zapatero -ahora previsible aunque pareciera improbable hace dos meses- puede anticipar finales sobre todo si el marcador es contundente. Se hablará mucho menos de lo que se cuece por la parte media y baja de la tabla pero es bueno detenerse en ello porque de la batalla de los pequeños pueden hasta depender no mucho después movimientos generales.

Las coaliciones nacionalistas parecen estar en un momento de recolocación de alianzas. El BNG se pasa al segmento más radical y se marcha con ERC, EA, NB y algunos de esa pléyade de grupetes independentistas que aspiran a conseguir dos eurodiputados. CiU y PNV esperan, a pesar de esa defección mantener sus dos merced al empuje de los catalanes que sueñan además con que las elecciones en "casa" sean cuanto antes. Las encuestas están cantando que el tripartito hace aguas por todos lados y que ellos avanzan mucho. Pero para esto habrá de esperarse hasta finales del 2010. El PNV más que para europeas está para vendas, aunque en vez de ponerse tantas le vendría mucho mejor quitarse de una vez la que se puso en los ojos en Lizarra.

Pero el interés está en los que no quieren bajar a segunda y los que quieren subir a primera. Es el caso de IU a quien Rosa Aguilar acaba de dejar todavía más en cueros de lo que estaba. Una fuga no por esperada menos dolorosa, donde cabe entender a las dos partes. A ella por hartura de un lugar que era cada vez menos el suyo y a ellos por dejarlos de esta forma y puñalada. Ambos tienen pecado, pero quizás los únicos que verdaderamente pueden sentirse traicionados sean los vecinos cordobeses.

Con todo, puede que Cayo Lara aguante. El votante IU, en uno de sus caminos de ida y vuelta del "voto útil", puede mantener a su siempre convulsa formación aún con vida. Cosa milagrosa desde luego será lograr sobrevivir a Llamazares. Puede que no baje, pues. Y puede que no suba o suba mucho menos de lo previsto UpyD de Rosa Díez. Algo se está desinflando ahí o al menos no se está hinchando tan rápido. Algunos abrazos han sido asfixiantes y ahuyentadores y algunas actitudes de la máxima dirigente y cada vez más única acaparadora de focos y poderes en su organización han mermado posibilidades. Pero no ha pesado menos que ahora algunos que se consideran mas esencia del PP que todos sus fundadores ven alguna posibilidad con Rajoy aunque le tengan tanto gato. Con todo la impresión es que el ascenso, Rosa sí lo logra. Pero en vez de tres quizás haya de conformarse con dos o hasta con uno.

De los que se duda y mucho es de esa extraña cosa que han montado los otrora esperanzadores "Ciudadanos" con Miguel Duran, los "balbases" y unos tipos a quienes se acusa de xenófobos europeos. Puede que salte la sorpresa, pero por ahora lo único que ha saltado es la división entre algunos muecines mediáticos que parecen tener vocación de entrenadores de políticos. Allá todos.

Contenido patrocinado

Foto del autor

Francisco Muro de Iscar

La política, esa actividad "despreciable"

Foto del autor

Rafael Torres

Ayuso o el ardor

Foto del autor

Antonio Casado

Contamina, que algo queda

Foto del autor

Fernando Jáuregui

Adiós, Alegría, adiós