Actualizado 16/01/2013 13:00

Carmen Tomás.- ¿España, una sorpresa?

MADRID 16 Ene. (OTR/PRESS) -

El secretario de Estado de Comercio ha dicho que España puede ser la sorpresa de 2013. Esta afirmación puede parecer exagerado, demasiado optimista e incluso una machada. Pero, la verdad es que hay ya bastantes datos que pueden hacer más comprensibles las palabras de Jaime García Legaz. A día de hoy, por ejemplo, ya nadie habla del rescate de España. Conseguimos colocar la deuda pública. En la última subasta a tipos que no se veían desde los peores momentos de 2012, cuando Zapatero tuvo que cambiar completamente su política y recibía las llamadas de Merkel u Obama exigiéndole que tomara medidas para frenar la sangría del déficit y demás distorsiones.

Claro que lograr superávit en la balanza de pagos por cuenta corriente o el aumento de los ingresos o la reducción del déficit de las Administraciones Públicas no llega a los ciudadanos. No son señales fáciles de transmitir a una sociedad deprimida por 6 millones de parados y demasiados casos de corrupción política y de gasto público sin control. Pero, es obvio que sin estas bases difícilmente se puede llegar a la estabilización de la situación de crisis y posterior remontada. Hay que anotar además que las grandes empresas españolas han conseguido financiarse y el dinero vuelve a España. Estos signos son de confianza, lo que no hemos generado en los últimos años.

No hay que dormirse, ni por supuesto morir de éxito. Pero ya grandes y valorados economistas se atreven a hablar de señales al final del túnel. Quedan incógnitas internas y otras importantes que proceden del exterior y pueden hacer daño. Sin embargo, ahora sí hay razones para la esperanza si el gobierno sigue con sus reformas y sobre todo continúa encima de las Comunidades Autónomas y siguiendo al día la marcha del gasto público.

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