MADRID 1 Jun. (OTR/PRESS) -
Los precios del crudo han ahogado a las bolsas durante todo mayo. El Texax cerró el mes en 127 dólares el barril y el Brent en 128. Hay que recordar que el de referencia en Europa tocó en algún momento los 137 dólares. Lógicamente, la evolución de la inflación ha sido la estrella a mirar en todos los países y con especial virulencia se ha hecho notar en España, donde el IPC adelantado del mes de mayo ha alcanzado la cota del 4,7 por ciento, la cifra más alta en once años.
Claro que también el efecto de los altos precios del petróleo ha impactado en la inflación de nuestros socios europeos. Sin embargo, el diferencial aumentó dos décimas para situarse en el 1,1, al situarse la inflación media de la zona euro en el 3,6 por ciento. Reducir este diferencial era uno de los retos de la economía española. Y en mayo ha vuelto a repuntar. Este mes se ha vivido, pero recrudecida, otra de las preocupaciones que daña los bolsillos de los ciudadanos y su capacidad de compra. El euríbor está practicamente en el 5 por ciento y no hay señales de que vaya a bajar en muchos meses, quizás no lo haga en todo el año.
Con estos datos en la mano y uno menos popular pero más peligroso si cabe, el déficit exterior es ya el mayor del mundo en términos de PIB. El vicepresidente Solbes dice que es exagerado hablar de crisis, aunque se atreve a decir que es difícil que se cumplan las previsiones de crecimiento y que el superávit se acabó y que quizá no vuelva hasta 2011. El ministro de Economía fue nuevamente desautorizado por el presidente en la sesión de control al Gobierno, donde Zapatero siguió hablando de que estamos mejor preparados que nadie y que se van a cumplir los compromisos.
En fin, que el IBEX se ha dejado casi un 1,5 en el mes de mayo. Los inversores siguen como no atentos también y mucho a cualquier dato que proceda de Estados Unidos. Tranquiliza que el crecimiento del primer trimestre fuera del 0,9 por ciento, pero el índice de confianza de la Universidad de Michigan ofreció el viernes el peor dato en 28 años. ¿Recesión, sí, recesión, no? La duda sigue ahí y los temores intactos. Los inversores, por tanto, cautelosos y a la espera de nuevos datos que alejen o no el fantasma de la inflación en Estados Unidos y el mundo. En este momento sin ninguna duda, la gran preocupación.
Carmen Tomás