Fernando Jáuregui.- El ecuador de la campaña

MADRID 29 Feb. (OTR/PRESS) -

Nos acercamos ya al último fin de semana de las elecciones. El ecuador de la campaña electoral 'oficial', y el término de un largo período que comenzó en marzo de 2004. Desde entonces, hemos estado en una suerte de permanente 'precampaña', en la que ha habido casi de todo menos concordia, cooperación y consenso. Una lástima, porque no todas las legislaturas han estado igual de crispadas en el pasado, de la misma manera que parece difícil que los próximos cuatro años sean políticamente tan "duros y rudos", en frase de Manuel Marín, el hasta ahora presidente del Congreso, como los que han caracterizado la etapa a la que estamos diciendo adios.

Nada en el discurrir de la campaña electoral, que ahora conocerá los últimos sondeos de opinión, hace pensar en que la legislatura venidera vaya a estar presidida por un mayor deseo de entendimiento, pese a que Mariano Rajoy insiste, ignoro con qué grado de sinceridad, en asegurar que, si gana, a quien primero tenderá la mano será a los socialistas. Primero, claro, tiene que ganar y después, ya veremos. En una estrategia completamente diferente, Zapatero rechaza cualquier acuerdo poselectoral con los 'populares', afirmación que tampoco tiene mayor valor, dado que cualquier anuncio de acercamiento con el adversario desmovilizaría a una parte de los electores socialistas: ¿para qué ir a las urnas si después va a haber una entente con quien aquel a quien ahora atacamos?

Y, sin embargo, con tozudez, las encuestas insisten en que el acuerdo poselectoral preferido por los españoles sería el que suscribiesen los dos 'grandes'. Es una opción que va por delante de la posibilidad de que los socialistas pacten con izquierda Unida y muy por delante de la hipótesis de un pacto de socialistas con nacionalistas o de populares con nacionalistas.

Claro que corremos el riesgo de que, una vez más, las demandas de los electores queden insatisfechas y quien vota a una opción se vea sorprendido porque su voto ha ido a parar a un acuerdo con algún 'extraño compañero de cama', tal y como ha ocurrido en más de una ocasión en los pasados cuatro años.

¿Será este, el de lo que vaya a ocurrir a partir de la noche del próximo 9 de marzo, uno de los 'temas estrella' en el debate que el próximo lunes mantendrán Zapatero y Rajoy ante las cámaras de televisión? ¿O será una más de las grandes cuestiones ausentes en el encontronazo, una más de las omisiones que nos obligan a votar casi a ciegas, en la ignorancia de lo que se nos prepara?.

Fernando Jáuregui.