MADRID 16 Oct. (OTR/PRESS) -
Algo se mueve en el sector de la vivienda, después de tres años de lo que ha llegado a calificarse como "hecatombe" del sector, por razón de la crisis. De un lado, se advierte que las compraventas de vivienda han aumentado sensiblemente en los dos últimos meses, posiblemente porque falta poco tiempo para seguir desgravando fiscalmente la compra de vivienda. Pero, al mismo tiempo, el precio de la vivienda ha vuelto a caer en el tercer trimestre, un 3,5 por ciento con respecto al mismo periodo de 2009 y un 0,9 frente al primero. Tras este descenso, el precio medio del metro cuadrado de la vivienda libre baja a 1.832 euros, lo que supone volver a los niveles de 2005 después de tres años de crisis inmobiliaria. Además, desde los máximos alcanzados a principios de 2008, la caída aumenta hasta el 13 por ciento, casi un punto más que a finales de junio, según el índice general de precios que ha publicado este viernes el Ministerio de Vivienda. La próxima restricción de la deducción fiscal por compra de vivienda y, con anterioridad, la subida del IVA, han insuflado algo de brío al sector, tal y como se observa en el aumento de las transacciones o compraventas. La reactivación de las operaciones, además, no se está viendo acompañada por un aumento de los precios tras dos años consecutivos a la baja, aunque esta última tasa del 3,4 por ciento es la más baja desde finales de 2008. El temor de los vendedores a no aprovechar la mayor presencia de compradores que hay ahora en el mercado y tener que afrontar el previsible parón que tendrá lugar durante los primeros meses de 2011 les lleva a ajustar aún más los precios, según apuntan los expertos y han demostrado los datos publicados por el departamento que dirige la ministra Beatriz Corredor. Aunque para el BCE este proceso debería acelerarse.
Sin embargo, el descenso no es homogéneo para todas las ciudades ni en todos los barrios, ya que, donde la demanda se ha mantenido, las rebajas han sido menos apreciables. De hecho, los pisos han subido en el tercer trimestre en cuatro comunidades: Asturias, Cantabria, Castilla-La Mancha y Galicia. Por tipo de inmueble, los pisos nuevos (hasta dos años de antigüedad) se han abaratado un 3,4 por ciento en tasa interanual, quedando el valor del metro cuadrado en 1.846,7 euros, el mismo que en el segundo trimestre. En el caso de las viviendas de segunda mano, el precio medio se ha situado en 1.827,7 euros, un 1,5 por ciento menos que a cierre de junio y un retroceso del 3,3% frente al mismo periodo de 2009. La vivienda de protección, por su parte, costaba 1.148,4 euros, un 0,6 por ciento más que en el primer trimestre y un 3,1 más en tasa interanual.
Se calcula que el estallido de la burbuja inmobiliaria tras años de sobreexplotación, dejó en torno a un millón de casas sin vender, el famoso stock de vivienda construida y sin vender, lo que forzó a los promotores e inmobiliarias a bajar precios para darles salida o a traspasárselas a los bancos a cambio de sus deudas. El descenso de precios fue especialmente destacable en algunas zonas de España como el arco mediterráneo y las periferias de las grandes ciudades y capitales de provincia. A finales de 2009, la cifra del stock se había reducido a unas 700.000. Por este motivo, los expertos sostienen que hasta que no se absorba la mayor parte del stock, los precios tendrán que seguir bajando, aunque puede que con menos intensidad. Sobre este punto, el miembro del Comité Ejecutivo del Banco Central Europeo (BCE) José Manuel González-Páramo, de visita en España, ha considerado que el descenso registrado en el tercer trimestre es "positivo", aunque ha precisado que este ajuste debería estar produciéndose "con más celeridad". La razón, ha añadido, es para no estar "meses o años" esperando que el valor de las viviendas aterrice y se dé por cerrado el ciclo bajista en el sector residencial. Tras recordar que el Banco de España venía, desde 2004, alertando de que el parque de vivienda estaba sobrevalorado, ha considerado "positivo" que el valor de los inmuebles regrese a sus parámetros reales. En su opinión, ello permite un mejor acceso de los ciudadanos a la vivienda y permitirá reducir la "incertidumbre" reinante en las entidades financieras, en relación con las provisiones que tienen que reservar por cada vivienda pendiente de venta.