MADRID, 21 Feb. (OTR/PRESS) -
Al PP nunca le ha ido bien cuando se ha escorado excesivamente a la derecha. Al PSOE tampoco cuando se ha escorado demasiado a la izquierda. Dirán que esos son viejos clichés que responden al pasado, pero lo cierto es que algo de esos clichés persiste cuando tenemos un panorama político tan fragmentado.
El caso es que Pablo Casado ha iniciado una carrera sin tregua hacia la derecha o sea más a la derecha de lo que hasta ahora estaba el PP. Al parecer el líder popular cree que la única manera de ganar las elecciones es demostrando al electorado más ultramontano que a él no le gana nadie a eso de ser de derechas.
Pablo Casado está reconvirtiendo al PP en VOX, espantando a muchos votantes del centro-derecha. Porque una cosa es ser liberal o conservador y otra pasar a ser la derecha extrema.
Yo creo que Pablo Casado se equivoca de estrategia, tanto como se equivoca Albert Rivera derechizando a Ciudadanos.
Y si creo que se equivocan es porque en mi opinión la mayoría de la sociedad española se siente más cómoda lejos de cualquier extremismo.
Puede que haya mucha gente enfadada, sin duda, y que ese enfado se haya traducido en momentos concretos en votar a opciones radicales como Podemos o ahora en Andalucía a la derecha extrema como es VOX. Pero al final la mayoría de los votantes no quiere aventuras por eso las elecciones siempre, por lo menos hasta ahora, se han ganado en el "centro".
El caso es que el PP ha abandonado el centro-derecha y Ciudadanos que venía a ocupar un espacio de centro restándole votos al PSOE, se ha escorado tanto y tan de pronto hacia la derecha que está dejando ser una opción de centro y por tanto dejando huérfanos a muchos votantes.
Ya he escrito en alguna otra ocasión que a mí el discurso de Pablo Casado me resulta antipático, chirría. Es un discurso alejado de la realidad de los jóvenes y de aquellos valores que impulsan a la sociedad del siglo XXI.
Y siendo verdad que el PP gobierna Andalucía no es menos verdad que el PP perdió las elecciones en Andalucía. Otra cosa es que nuestro sistema político permita combinaciones entre varios partidos para gobernar.
En lo que respecta a Pedro Sánchez, ha empezado la campaña electoral "vendiendo" moderación y centrismo, solo que tiene escasa credibilidad, pero aún así puede aprovechar ventajosamente el espacio que le ha dejado libre Albert Rivera. Veremos si es capaz de convencer a los votantes de que efectivamente "su" PSOE esta centrado.
Nunca como ahora los votantes moderados, ya sean del centro izquierda como del centro derecha, han estado peor representados, por no decir que absolutamente abandonados.
