MADRID 31 May. (OTR/PRESS) -
Puede que a estas alturas del partido, Mariano Rajoy tenga asumido que será muy difícil que sus compañeros de partido vuelvan a apostar por él como candidato en las elecciones del 2012. Puede que precisamente por eso, y en vista de los desafectos públicos y notorios de las que es objeto, haya decidido que de perdidos, al río, y esté haciendo lo que esta haciendo, además de por convicción, como venganza a quienes se lo están haciendo pasar tan rematadamente mal.
Pienso esto a raiz de esa "filtración" de que Rajoy estaría pensando convertir en vicepresidente del PP a Alberto Ruíz Gallardón. Verán, en mi opinión Rajoy está acertando en las decisiones que toma, pero se viene equivocando en su puesta en escena amén de que no parece el hombre adecuado para ilusionar al centro-derecha. Y sobre todo que el fiasco de oposición que hizo el PP la legislatura pasada es responsabilidad suya, por más que ahora se lo monte de moderado. Y que conste que me parece un acierto que se situe en la moderación porque los ciudadanos no quieren políticos histriónicos.
Sin duda para ese camino al centro Alberto Ruíz Gallardón es el mejor baluarte. Gallardón es un político que sin renunciar a sus ideas sabe defenderlas sin necesidad de insultar, descalificar ni ofender a nadie.
El problema de Gallardon es que muchos de los suyos no le quieren, y no le quieren precisamente porque no es un energúmeno, porque no se ha ido nunca al monte, ni cree necesario ir a degüello contra los adversarios. Por eso le califican de tibio los que están en posiciones extremistas.
Si Gallardón se convierte en el vicepresidente del PP, Mariano Rajoy estará haciendo un guiño claro a los ciudadanos para que muchos votantes centristas puedan volverse a plantear confíar en los populares.
Pero lo que muchos se preguntan es si detrás de que Gallardón se pueda convertir en vicepresidente del PP se esconde una decisión de más calado: la de situar a Alberto Ruiz Gallardón en el mejor puesto de salida para convertirse en el candidato del PP a la presidencia del gobierno en 2012.
Si fuera así, sería un acierto. Y es que al día de hoy el PP solo tiene dos candidatos, Rodrigo Rato y Alberto Ruíz Gallardón, que tienen el suficiente peso y sobre todo el perfil de ser políticos de centro-derecha. No digo que no haya más dirigentes del PP que puedan situarse en ese nebuloso espacio de centro, lo que digo es que quienes mejor lo pueden representar son Rato y Gallardón. Es difícil saber las verdaderas razones de algunas de las decisiones que toman los políticos, pero no es descabellado pensar que Rajoy prepara a Gallardón para colocarle en ese puesto de salida en 2012. Otra cosa es que esa derecha vociferante que también forma parte del PP lo permita.
Julia Navarro.