MADRID 16 Feb. (OTR/PRESS) -
Una de las cosas más irritantes, de las muchas que suceden en nuestro país, es el doble rasero con que socialistas y populares juzgan determinados acontecimientos. Por ejemplo, ¿recuerdan cuando al ex ministro José Bono le agredieron durante una manifestación convocada por algunas asociaciones de víctimas del terrorismo?. A José Bono le agredieron, le insultaron, le empujaron, y todo eso lo pudimos ver a través de las imágenes de la televisión. Sin embargo, la derecha se empeñó en que esas imágenes no eran tales, es decir que teníamos visiones y que el ministro no había sufrido ningún incidente en aquella manifestación.
Pero la realidad es que fue víctima de unos cuantos energúmenos, que al parecer eran militantes del PP. Lo peor no fué solo que el PP mirara hacia otro lado y mintiera descaradamente diciendo que a Bono no le haía pasado nada, lo peor fué que la corte medíatica del PP, es decir sus periodistas afines negabann igualmente la evidencia con una desfachatez que producía vergüenza.
Y es que en nuestro país la profesión periodística se está degradando por días, por minutos, porque muchos colegas llevan su militancia hasta no importarles obviar la verdad si esta puede perjudicar al partido de sus preferencias. Si José Bono fué víctima de una agresión fascista, María San Gil lo ha sido también en Santiago de Compostela. Todos hemos podido ver por televisión como un grupo de jóvenes energúmenos no solo la insultaba sino que pedía a ETA que la matara, así de terrible.
Bueno pues ahora resulta que en filas socialistas, incluido el propio Zapatero, le quitan importancia a ese acto de barbarie. En mí opinión, el comportamiento del PSOE y de sus socios del Bloque Nacionalista es vergonzoso, como vergonzoso fué el comportamiento del PP en el caso Bono. De nuevo mis colegas se han dividido entre quienes critican lo sucedido a San Gil, y yo me encuentro entre quienes han alzado la voz para decir que lo sufrido por está política es un acto fascista, de bárbaros, y luego están los colegas que miran hacia otro lado y le restan importancia.
Es tan escandaloso el doble rasero de medir que produce una cierta nausea. Otro ejemplo, estos días asistimos a una polémica a cuenta de unos comentarios del presidente Zapatero a Iñaki Gabilondo después de una entrevista en la Cuatro. Ambos hablaban convencidos de que nadie les escuchaba, por tanto el tono era diferente a si hubiera sido dentro del econtexto de la entrevista. Personalmente me parece que es una trampa inadmisible que a la gente se la grabe sin que lo sepa, pero dicho esto, lo que es evidente es que nuestro presidente dijo que pensaba "dramatizar" en sus próximas intervenciones y que había que elevar la tensión .
Evidentemente lo dicho por el presidente le deja en mal lugar porque se demuestra que su famoso talante es humo de paja, y hace bueno el refrán de dime de lo que presumes y te diré de lo que careces. De manera que es verdad que si bien el PP ha tensado todo lo que ha podido la vida política en esta legislatura, el PSOE ha hecho otro tanto de lo mismo convencidos de que acusando al PP d elo que ellos mismos hacian provocaban elr echazo de la gente.
Ahora resulta que al presidente ha dicho en privado algo que al haber transcendido le perjudica, y lsu corte mediatica ha salido en tromba a defenderle, mientras desde el PP se afilan los cuchillos. Me pregunto ¿donde está el sentido critico que debemos de tene rlos periodistas independientemente de nuestra idoelogia? Y me pregunto también si los votantes no estaran hartos de éste doble rasero de medir las cosas que utilizan socialistas y populares y sus periodistas de cámara. Espero que sí.
Julia Navarro.