Lorenzo Bernaldo de Quirós.- El buen talibán

MADRID 6 Abr. (OTR/PRESS) -

Manuel Conthe ha sido una de las víctimas colaterales de la batalla por el control de Endesa. El Consejo de la CNMV le dejó por segunda vez en solitario y la única salida honorable a ese plante era la dimisión. Según parece sus compañeros en el órgano de gobierno de la institución no abonaban las tesis de su presidente con relación a la posición a adoptar ante la OPA "non nata" de Acciona y Enel. Como es lógico, esa "turbia" maniobra se ha cargado sobre las espaldas del Gobierno. Incapaz de convencer a Conthe de hacer lo que éste no quería hacer, le ha puesto en una situación imposible y D. Manuel ha cogido las de Villadiego.

El mandato del ex presidente del organismo regulador del mercado de valores ha estado sacudido por la polémica desde sus inicios. Conthe era y es un hombre honrado, una persona inteligente y un funcionario competente. Ahora bien, su comportamiento ha adolecido siempre de un talante entre sectario y visionario aunque no al servicio del poder político de turno sino de su singular visión del mundo y, más en concreto, de su desconfianza patológica en el funcionamiento del capitalismo. D. Manuel pertenece a esa raza de burócratas socialistas, el carnet es lo de menos, con una desconfianza instintiva e ideológica en el sistema económico basado en la libre empresa.

Sin gentes como Conthe, las fuerzas salvajes y amorales del mercado causarían un daño enorme a la sociedad. Para evitar eso, la economía ha de estar controlada y dirigida por hombres buenos al servicio del interés público. Sólo si se tiene en cuenta esta planteamiento intelectual se comprenden su trayectoria y sus actuaciones. De esa concepción mesiánica, el ex presidente de la CNMV ha obtenido siempre su fuerza pero también su mayor debilidad. Como en los viejos melodramas y como corresponde a una "vedette", Conthe ha hecho su mutis por el foro en la Semana Santa, pocos días antes de la Pasión.

Lorenzo Bernaldo de Quirós