MADRID 4 Ene. (OTR/PRESS) -
El año ha comenzado de manera brillante. El petróleo se sitúa en los 100 dólares barril y no es descartable que llegue a superar esa mítica cifra. La bolsa se hunde sacudida por la crisis inmobiliaria y por las perspectivas de desaceleración económica. La factura del gas, de la electricidad, del butano, del agua sube. La inflación mantiene su vigor... 2008 empieza cuajado no ya de malos presagios sino de datos muy inquietantes que auguran un curso bastante complicado, por no decir malo para la hacienda y fortuna de los españoles. Quienes eramos considerados unos peligrosos catastrofistas cuando anunciábamos en final de la fiesta, podemos esgrimir ahora un "teníamos razón". A ver que dicen ahora los profesionales del optimismo.
¿Qué va a pasar en 2008? Quien escribe estas líneas no es Nostradamus pero, a la vista de cómo se perfiló el último semestre de 2007 y de lo apuntado por los indicadores adelantados, todo sugiere que vamos hacia una profunda desaceleración de la economía que puede llegar a crecer este año por debajo del 2 por 100. Esta es la consecuencia inevitable de una caída brutal de la construcción y de una contracción del consumo privado muy superior a la prevista por el grueso de los analistas. Las familias se van a sentir menos ricas por el descenso de valor de los pisos y por la erosión de su renta disponible, causada por la inflación, el petróleo, las tarifas del agua, de la luz etc. En consecuencia gastarán menos y ahorrarán más.
Pero lo más espectacular será lo que suceda con el sector de la construcción. Los reyes del ladrillo lo tienen crudo. Es verdad que hay excepciones pero todo ese sector está lastrado por una situación financiera muy delicada de las empresas, por un descenso de la demanda y por un deterioro acelerado de los activos, de las garantías, que soportaban el alto endeudamiento de los constructores, grandes y pequeños. En este escenario, muchos emperadores del granito están en posiciones de suspensión de pagos y/o de quiebra técnica que antes o después se van a materializar. Llanera y ahora Colonial son las puntas de un iceberg que empezará a emerger en los próximos meses.
Lorenzo Bernaldo de Quirós.