Actualizado 29/12/2007 01:00

Pedro Calvo Hernando.- Aburridas inocentadas.

MADRID 29 Dic. (OTR/PRESS) -

Nada nuevo bajo el sol en estos días finales de 2007 en el solar patrio. Al revés de lo que sucede en el panorama internacional, sobre todo con el asesinato de Benazir Bhutto, una importante prueba más del desquiciamiento del planeta, por la falta de liderazgo y la ausencia de principios. En casa tenemos unos balances políticos carentes de novedad y de interés, con falta de autocrítica en Zapatero y con un exceso de aburrimiento reiterativo en Rajoy. Es que no me interesa nada de lo que acaban de decir en sus rimbombantes balances de fin de año y de legislatura. Nos lo sabemos todo de memoria.

Ni siquiera nos han aclarado un asunto tan menor como las cadenas televisivas en las que se celebrarán los debates electorales entre los dos máximos líderes de este atormentado país. ¿Y no podrían habernos dejado en paz al menos en este día de los Santos Inocentes?¿O es que lo han hecho a propósito para gastarnos una inocentada? Recuerdo que en mi niñez era mucho más divertido esto de los inocentes. ¿Le importa a alguien que Rajoy se comprometa a no pasar de ocho años en la Moncloa?

Los malvados dicen que ese compromiso es gratuito, pues el líder derechista no tiene la más mínima posibilidad de llegar a la Moncloa. Y que lo hace para dañar a Zapatero, quien de momento ha tenido el buen gusto de no comprometerse a cosas tan absurdas -ridículas, diría yo- como limitarse los mandatos en un sistema que no es presidencialista sino parlamentario. Es como mezclar churras con merinas, con los extraños resultados que eso suele tener.

El tal compromiso, además, convierte a quien lo hace en el pato cojo durante los cuatro años de su segundo mandato, ya todo el mundo pensando en su sucesor y no haciéndole el menos caso, aunque el precedente de Aznar no avale lo que digo, pero es que son otras razones las que lo acompañaron, como la guerra de Irak, el Prestige, el Yak-42 o cosas por el estilo. Así no hay pato cojo que resista. Pero seguro que Rajoy no volvería a incidir en semejantes infiernos. Así que feliz año nuevo para todos, por si se me olvida cuando la cosa se cumpla.

Pedro Clavo Hernando.

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