Publicado 21/04/2020 08:00

Rafael Torres.- El desliz del general

MADRID, 21 Abr. (OTR/PRESS) -

Tan cierto es que la revelación del general José Manuel Santiago de la Guardia Civil, relativa a las prácticas de ésta para "minimizar" los ataques a la gestión del Gobierno en la crisis sanitaria, resulta inquietante, como que muchos de esos ataques, lanzados desde las redes sociales, desde oscuros partidos y desde unos medios que ni bajo los efectos del más potente narcótico podrían calificarse de periodísticos, nada tienen que ver con la crítica, y sí con la intoxicación, la insidia, el energumenismo sectario, la calumnia y la maldad.

La Guardia Civil, como cuerpo de seguridad del Estado, es natural que extienda la defensa y protección de éste a su órgano ejecutivo, el Gobierno de la Nación, si bien en ningún caso esa defensa puede atropellar el esencial derecho democrático de la ciudadanía a la libertad de expresión. Tampoco nadie, en la misma línea de sujeción a la ley, puede impunemente presentar como noticia o información veraz la sarta de "fakes" e invenciones con que desde las cavernas se pretende atormentar al Gobierno, atribuyéndole propósitos y acciones criminales, diabólicas o falsas en su gestión de la epidemia que está segando la vida de tantos españoles y privando de libertad a todos ellos.

Tan cierto es que la actuación del Gobierno frente a la irrupción del morbo que nos ha situado en el dramático podio del país con mayor índice de mortalidad ha sido errática, improvisada, titubeante y desconcertada, como que la masiva producción de bulos, fabricados con el exclusivo propósito de dañarle, no ha contribuido precisamente a reforzar la lucha contra la epidemia, ni a generar unión entre los españoles, ni a suministrar la necesaria dotación moral a nuestros sanitarios, ni a proporcionar consuelo a los enfermos ni a las familias de los fallecidos, sino antes al contrario.

El general José Manuel Santiago no es, pese a la corrección con que suministra el parte diario relativo a sus competencias, un orador, ni un político, por lo que su mayor sinceridad le ha conducido al "desliz" que ha producido tanto escándalo. Ahora bien; a resguardo de que se tenga que ver si en esa "minimizacin" de los ataques se ha podido desbordar o conculcar la ley, uno aprecia oír de labios de alguien la verdad.

Francisco Muro de Iscar

San Pedro Mártir

por Francisco Muro de Iscar

Victoria Lafora

Prietas las filas

por Victoria Lafora

Carmen Tomás

Y la casa sin barrer

por Carmen Tomás