Publicado 31/10/2024 14:22

Victoria Lafora.- Y todavía hay quien niega el cambio climático

MADRID 31 Oct. (OTR/PRESS) -

Amanecía el miércoles en Valencia y Albacete, tras una noche caótica. Todavía no se sabía el número de víctimas porque muchos afectados seguían atrapados en tejados y áticos, huyendo del agua que lo inundó todo. Pero las autoridades ya confirmaban a primera hora, al menos, sesenta y dos muertos.

Hay pueblos devastados, casas arrastradas por los torrentes, invernaderos hundidos por el granizo. Y todo esto aquí, en casa, en nuestro país. Los expertos en cambio climático ya advertían que, después de un verano tórrido que acaba de terminar, y con un mar Mediterráneo recalentado, con temperaturas del agua inauditas, el riesgo de una DANA catastrófica era altísimo. Solo era precisa una bajada de las temperaturas en las capas altas y la entrada de viento de levante, cargado de la humedad que evapora el mar, para que se produjera la tragedia. Pero, al igual que advirtieron de la llegada de devastadores huracanes en el golfo de Méjico, ya es demasiado tarde. Porque se está llegando tarde a todo. Porque siempre hay, en cada familia y en cada Estado, un cuñado o un primo que niega el cambio climático y asegura que estos fenómenos siempre han ocurrido.

En el siglo XXI, cuando la humanidad vive los mayores avances médicos, tecnológicos y científicos, los gobiernos son incapaces de ponerse de acuerdo de forma eficaz, sin paliativos, en las medidas para detener esta catástrofe. Y prueba de ello es la denuncia de un centenar de expertos en cambio climático que alertan de que las compañías petroleras están ampliando sus planes de producción y, con ello, su contribución al calentamiento global.

La imparable subida de las temperaturas está provocando, además, el incremento de la tasa de mortalidad en un 167% en los mayores de sesenta y cinco años y el avance de enfermedades como la malaria, el dengue o el virus del Nilo, en países donde antes no había casos. Por que lo cierto y lo constatado por los expertos es que las emisiones de carbono, el responsable de todo, han alcanzado en 2023 su máximo histórico. Y así es difícil que se logre revertir el incremento de la temperatura terrestre.

Cuando nos preguntamos por el mundo que vamos a dejar a las nuevas generaciones, tal vez deberíamos considerar si nuestros hijos van a tener un mundo donde vivir, o vamos hacia la siguiente extinción, esta vez sin choques con meteoritos, solo por nuestra ceguera.

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