MADRID, 17 Jun. (Carlos Hergueta/Portaltic) -
Nos hemos pasado años viendo cómo las televisiones de tubo se convierten en planas. Y cómo las planas van adelgazando y mejorando su tecnología, reduciendo el consumo y mejorando aspectos como la resolución, el contraste y la saturación. Sin embargo, los directores de cine se empeñan en que los héroes del futuro y la ciencia ficción utilicen pantallas transparentes. ¿Tiene sentido?
Para un ojo cualquiera, sin necesidad de que sea experto, las pantallas transparentes no mejoran la imagen. Es más, la empeoran. Se ve a través de ellas, apenas existe el contraste o los colores y, en consecuencia, la imagen que se consigue es mucho más pobre que en un plasma, un LCD, un LED u OLED. Por eso, en primer lugar, cabe preguntarse: ¿Los fabricante estudian o han estudiado siquiera lanzar un televisor transparente?
Planteárselo, se lo han planteado. Al menos en Samsung, una casa que se caracteriza por disparar a todo lo que se mueve, con productos de todas las categorías imaginables, e invertir mucho en innovación.
El TV & AV Marketing Manager en Samsung Electronics España, Nacho Monge, reconoce que "ha habido algunas pruebas". "De hecho en Samsung hace varios años creamos una especie de reproductor transparente, pero esto es una solución más para la industria de las tiendas, de la hostelería donde pueden poner las cartas", apunta. "Hoy por hoy, desde mi punto de vista y desde el conocimiento que tengo no veo aun los televisores transparentes".
Está claro que en el cine queda muy 'cool' poner una pantalla transparente y que da juego al cineasta para tomar planos del rostro del actor a través de ella. Ver a Tony Stark, a todos Los Vengadores o a los protagonistas de Avatar toquetear pantallas transparentes mientras es lo más; sin embargo, hay unas cuantas pegas en estas pantallas que invitan a pensar que no llegarán a ser una realidad.
"La desventaja -de las pantallas transparentes- es que tienes muchas más dificultades a la hora de jugar con la luminosidad, el contraste, dónde meter la electrónica del televisor... Tiene grandes desafíos", explica Monge. "Hoy por hoy es muy difícil situar la electrónica en un televisor transparente y luego la calidad de la imagen es muy inferior a los televisores que presentamos", sentencia.
Samsung considera que la forma curva será la siguiente revolución, como lo fueron en su día las pantallas planas. "Vemos que va a pasar como con los televisores de tubo, que dieron paso a los televisores planos. Vemos que ahí viene la gran revolución", opina Monge. Más allá de la forma del televisor, está la resolución del mismo, la Ultra Alta Definición en este caso, un punto que para la compañía surcoreana es clave. "Esta resolución UHD se convertirá en estándar entre este año y el siguiente", opina el experto de Samsung; "ya todos los televisores empezaremos a ver que son UHD".
¿Cuál será la siguiente revolución? Al experto de Samsung le hemos preguntado por los televisores flexibles, capaces de pasar de curvados a planos y viceversa en cuestión de segundos, e incluso con formas aún más sorprendentes que se adapten a una necesidad -¿te imaginas una televisión que literalmente te rodee?-. Tanto Samsung como LG presentaron prototipos OLED realmente espectaculares en el CES 2014 celebrado en Las Vegas en enero. Sin embargo, es algo que aún está lejos.
""El panel OLED es un panel diferente", ha indicado el experto. "Todavía no es accesible al consumidor porque la producción de este panel aún es realmente cara". El problema asociado al precio es que, a día de hoy, para que fuera asequible para el consumidor un OLED no se podría hacer en tecnología UHD. En este sentido, Samsung ve ese paso, la irrupción de los televisores flexibles "en no menos de cinco o seis años". "Tener un televisor curvo, OLED y UHD y no será posible hasta al menos dentro de cinco o seis años", indica Monge.
Aunque lo que proponen las películas de ciencia ficción en cuanto a pantallas, como las transparentes, resulta muy espectacular de ver, los fabricantes de televisores tratan de poner los pies en la tierra y buscar qué necesidades tiene el consumidor, no solo que sea bonito de ver. "Lo que hemos hecho ha sido pensar en los hábitos de consumo del cliente, del televidente. Ver qué estima, qué quiere, qué es lo que necesita del televisor", apunta el experto de Samsung.
