ZTE Blade S6 (análisis): Funcionalidad discreta

Actualizado: miércoles, 20 mayo 2015 10:34

MADRID, 20 May. (Mario Jiménez/Portaltic) -

   La proliferación de terminales de fabricantes chinos no extraña ya a nadie. De hecho, su llegada ha contribuido a equilibrar mucho el acceso a teléfonos de gama media que, de otra manera, habría sido mucho más difícil conseguir por cuestiones de precio. ZTE ha sido uno de los "culpables" de esta democratización del sector smartphone, primero mediante alianzas con los operadores, y ahora con el desarrollo de modelos dispuestos para la comercialización casi en igualdad de condiciones con otras marcas.

   Ahora acaba de lanzar en España el ZTE Blade S6 un terminal que de entrada es muy resultón pero que después de un tiempo de uso se queda un poco a medio camino y no termina de cumplir todas las expectativas. Al menos no lo hará si eres un usuario más exigente de lo habitual que busca algo más que un teléfono con un rendimiento adecuado a buen precio.

   Hay que destacar que el Blade S6 es uno de los primeros smartphones en incorporar el procesador Snapdragon 615 de Qualcomm de 64 bits, que cuenta con 8 núcleos y que se va a convertir en una solución para toda la gama media, incrementado el rendimiento y elevando un poco más el listón. En este caso, los resultados en AnTuTu le dejan más o menos bien parado, con unas cifras por encima del Samsung Galaxy A5 o el Moto G, pero bastante por debajo del Acer Liquid Jade S, que también analizamos en Portaltic hace unas semanas.

MEJORANDO EL DISEÑO

   Hasta ahora, el diseño no parecía ser una de las primeras preocupaciones de ZTE, aunque la cosa ha cambiado con este modelo. De frente recuerda bastante al iPhone, algo que no es malo en sí mismo pero que evidencia en parte las pocas ganas de arriesgar que tienen algunos fabricantes. En cualquier caso, el teléfono muestra personalidad en el frontal, que convence bastante a la vista y simboliza el paso adelante que la marca ha querido dar con este modelo. Blade S6 apuesta también por las formas redondeadas y suaves, con una trasera fabricada en plástico que decepciona un poco por la limitada calidad del mismo, bastante sensible a golpes y rayaduras.

   En mano es muy cómodo, ligero y agradable al tacto. Se llega bien a casi todas las esquinas de la pantalla con el pulgar y su poco grosor, de 7,7 milímetros, facilita mucho el agarre y el manejo. También el hecho de haberse hecho tan ligero, con un peso de 134 gramos, contribuye a estas sensaciones. En cuanto a botones, sólo tiene dos físicos en el lateral derecho, para el volumen y el encendido. El resto se controla con gestos táctiles.

   A pesar de todo esto, si se hubiera trabajado un poco más la parte trasera, con un material algo menos de batalla y, sobre todo, que ofreciera una sensación más sólida y resistente, los puntos habrían subido bastante. Una lástima que en este sentido ZTE no haya sido un poco más generosa.

SOFTWARE QUE NECESITA MEJORAR

  Si nos detenemos en el "interior" del teléfono, nos encontramos con que viene con Android Lollipop de serie, algo muy de agradecer, ya que no todos los serie media lo incorporan, lo cual no se entiende muy bien si tenemos en cuenta que en cuanto a rendimiento, pero sobre todo a nivel visual, la experiencia mejora mucho.

   Lo que ya no es tan interesante es la personalización de Android por parte de ZTE, que llega bajo el nombre de MiFavor 3.0, y aunque el aspecto es bonito y resulta bastante intuitivo, más allá de permitir cambiar el color, no es posible hacer mucho más. De hecho, no dispone de un menú en el que englobar todas las aplicaciones, sino que estas aparecen a izquierda y derecha de la pantalla principal, todo en el mismo escritorio. Dependerá mucho de cada usuario, pero no parece la opción más cómoda y a nosotros no nos ha gustado mucho. A todo aquel que sea ajeno al tema personalizaciones del fabricante, seguramente la del Blade S6 le resulte muy adecuada, pero si sois fans del Android más puro, echaréis de menos bastantes cosas.

   También hay algunas apps preinstaladas, como Espejo, Linterna o Gestos & Movimientos para configurar los gestos preferidos para realizar determinadas acciones, algunos de ellos son muy útiles, como el que permite girar la pantalla para silenciar o el Modo Bolsillo, aunque lo cierto es que la practicidad en el día a día no parece tan clara. Por otro lado está Alive Share, que es una especie de red social ampliada desarrollada por ZTE que nos permite conectar con amigos para, por ejemplo, compartir archivos, jugar partidas online o mantener un chat tipo WhatsApp. Para ello basta con invitar al amigo a descargar y unirse a la aplicación.
  
¿Y LA PARTE TÉCNICA?

   Blade S6 no difiere mucho en cuanto a hardware de lo que podemos encontrar en el mercado. Ya hemos hablado del su procesador Snapdragon de ocho núcleos, así que veamos ahora el resto de especificaciones.

   La verdad es que resulta un poco tedioso repetir prácticamente los mismos conceptos en todos los terminales, pero la tendencia últimamente es a ofrecer unas características técnicas muy similares entre los distintos modelos. En el caso del Blade S6 encontramos una pantalla de 5 pulgadas con una resolución de 1.280 x 720 píxeles que muestra unos buenos niveles de brillo y unos colores quizás algo saturados, aunque dentro de la naturalidad. Le falta un poquito de resolución, pero en un uso diario normal os resultará casi imperceptible.

   En cuanto a la cámara, estamos dentro de lo estándar también, con una trasera de 13 megapíxeles (la delantera, discreta, tiene 5 Mpx) con un sensor de Sony que nos deja una sensación agridulce. En fotos con mucha luz, el rango dinámico es muy limitado y eso implica la pérdida de detalle en zonas muy iluminadas. En interiores con poca luz los resultados no son muy buenos, con un procesado que muestra manchas y un grano excesivamente grueso que desluce la imagen. Además, los colores en todos los casos se saturan mucho, dando un toque de "artificialidad" a las fotos.

   Las funciones sí están bastante bien logradas, con unos modos automáticos muy útiles, como panorámico, sonrisa o belleza, y un apartado manual más o menos completo que permite ajustar desde la ISO hasta la exposición o el balance de blancos.

   Sobre el resto de especificaciones, tiene una memoria de 16 GB ampliable mediante tarjeta; una RAM de 2GB; posibilidad de usar dos nanoSIM; 2.400 mAh de batería, que llegan justos al final de la jornada; y no dispone de conectividad NFC.

   Con todos estos detalles, la conclusión es que ZTE ha dado un paso de gigante en su catálogo, con un terminal bastante interesante dentro de la gama media, de bonito diseño y muy funcional. Pero le ha faltado rematar, seguramente con unos materiales de mayor calidad y un desarrollo de software más trabajado. Está claro que por 269 euros nos estamos llevando un teléfono de notable, pero es fácil encontrar alternativas en el mercado por un precio similar y mejores acabados.

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