Esta reseña en iTunes resume bien el problema de Netflix en España

MADRID, 26 Oct. (Portaltic) -

¿Por qué voy a pagar por ver algo cuando lo puedo encontrar gratis en Internet? Es una pregunta equivalente a: ¿por qué voy a pagar por la barra de pan en la tienda de mi barrio si podría llevarme una sin que se diese cuenta el dependiente cuando entra a buscar algo al almacén y no me ve?

Básicamente porque es robar. Se puede disfrazar y justificar de muchas formas. Te puede gustar o no el contenido que ofrece una web, como te puede gustar o no los productos que encuentras en una tienda, pero consumir películas, música o series sin pagar por ello en plataformas ilegítimas es apropiarte de algo que ha costado dinero hacer y que ha involucrado a personas que quieren cobrar por ello.

Es cierto que casi ningún servicio ofrece todo lo esperable, pero sí que ofrecen una cantidad enorme de contenidos que garantizan muchas horas de diversión por cantidades más que razonables. ¿Acaso no compensa pagar 8 euros al mes por acceder a cientos de series y películas en varios dispositivos de forma cómoda? El último ejemplo es Netflix, que no solo ofrece muchos títulos de muchas productoras, sino que también está creando sus propios contenidos para no depender tanto de terceros, ajustar mejor los tiempos de estreno y ofrecer más contenido de calidad. Es decir, el suyo es un modelo que, precisamente, nos alejaría de los problemas de tiempos y explotación de ventanas que los consumidores sufrimos ahora.

Que un servicio de 'streaming' de pago se lance a producir sus propios títulos es muy bueno para la calidad del contenido dentro de la plataforma. Al no depender de la audiencia diaria, siempre y cuando sus ingresos lo compensen, eso redundará en una mayor calidad de contenidos, como siempre ha ocurrido con las 'networks' por cable frente a la televisión en abierto en Estados Unidos. Por eso la ficción en España ni puede soñar aspirar a alcanzar la calidad a la que llegan en el otro lado del charco.

Sin embargo, la mentalidad de "quiero todas las novedades aquí y ahora", los estrenos de la televisión estadounidense cinco minutos después, las películas de cine a la semana siguiente, lleva a no querer pagar por estas plataformas. Dejando a un lado que los españoles no salimos especialmente bien parados en cuanto a la importación de contenidos, las productoras y distribuidoras tienen que asumir muchos costes para que los contenidos "viajen", estén localizados, y conseguir que sean rentables.

A pesar de que al CEO de Netflix no le preocupa demasiado la piratería en España (en todos los territorios a los que llegan suele bajar la piratería tiempo después), el caso es que esta mentalidad les podría hacer daño. Un tipo de forma de ver el consumo de contenidos culturales que abunda en la sociedad española y que queda perfectamente resumido en esta reseña de iTunes (que hemos descubierto gracias a Miguel Díaz Rubio en Twitter), que califica con una estrella sobre cinco al servicio solo porque es de pago. "Yo no me voy a suscribir por ver cosas que puedo ver gratis en Internet" es una afirmación bastante deprimente.