NAPSA
Ahora puedes enmarcar tu tatuaje cuando fallezcas
MADRID, 9 Oct. (Portalgeek) -
La asociación de Estados Unidos encargada de la preservación del arte del tatuaje (NAPSA son sus siglas en inglés) ha creado un servicio llamado “Save My Ink” con el cual se puede enmarcar un tatuaje y su correspondiente piel cuando una persona fallece.
Los tatuajes son algo que se mantienen en la piel hasta que la persona con el grabado llega al fin de sus días, ¿no? Pues ahora, con este servicio, ni siquiera la mayor tragedia que puede suceder va a evitar que el tatuaje siga perdurando en el tiempo, por muy morboso que pueda llegar a sonar.
El peculiar servicio consiste en que, si alguien con un tatuaje se hace beneficiario de la asociación, le da permiso a ésta para ser avisada de la muerte en cuestión en las primeras 18 horas. Una vez hayan recibido la notificación, en la misma casa funeraria donde se va a celebrar el tanatorio, la NAPSA utiliza un kit creado por ellos mismos para extraer el trozo de piel en cuestión.
La asociación afirma que la práctica es totalmente higiénica y que no hay ninguna razón para preocuparse. Según unas declaraciones recogidas por el medio Hyperallergic, se trata básicamente de “un proceso químico y enzimático que altera permanentemente la estructura química de la piel en aras de luchar contra la descomposición (mientras se conserva el arte íntegro)”.
El propósito del servicio es conmemorar el arte del tatuaje, un arte que, además, alguien decide llevar consigo durante toda su vida, por lo que no hay razón para dejar de conservarlo un poco más de tiempo. Tal y como explica el director ejecutivo de NAPSA, “nunca se quemaría un Picasso u otra obra de arte en la que has invertido o que te apasiona El tatuaje también es un arte con una historia única, solo que en un lienzo diferente”.
Tener un trozo de piel humana colgada en la pared la verdad es que suena un tanto extraño – y, posiblemente, para muchos asqueroso –, más aún si se trata de un recordatorio de un ser querido que ha fallecido. Aún así, como dice el refrán, “para gustos, colores” y, en este caso, tatuajes en un marco.