Madre haciendo una foto a su hijo con el móvil - FREEPIK
MADRID, 16 Dic. (Portaltic/EP) -
La práctica de los padres de compartir todo sobre la vida de sus hijos en redes sociales tiene nombre propio: 'sharenting' y aunque no es nueva, su impacto en la vida de los menores es profundo, hasta el punto de que la huella digital comienza prácticamente desde su nacimiento, con el 81 por ciento de los bebés ya presentes en internet antes de cumplir seis meses.
El 'sharenting' es en la actualidad una práctica extendida. Estudios europeos, como el EU Kids Online, confirman que aproximadamente un 89 por ciento de las familias publica contenido sobre sus hijos sin solicitar su consentimiento ni tener plena conciencia de las implicaciones legales, psicológicas y de seguridad asociadas.
La situación es particularmente preocupante cuando las imágenes de los menores se utilizan con fines comerciales, como ocurre en perfiles de creadores de contenido que monetizan la presencia digital de los niños.
Según un análisis de la Universitat Oberta de Catalunya (UOC), aproximadamente el 81 por ciento de los bebés tiene presencia en la red antes de cumplir seis meses, lo que evidencia que la huella digital se inicia de manera muy temprana.
A ello se suman informes oficiales que señalan, además, que alrededor del 72 por ciento del material incautado en operaciones policiales contra delitos de abuso y explotación infantil proviene de imágenes compartidas originalmente en contextos familiares, muchas de ellas sin intención sexual.
"Estos datos demuestran la urgencia de contar con un marco legal que reconozca a los menores como sujetos plenos de derechos digitales. Es fundamental que puedan decidir, en la medida de su desarrollo, sobre su presencia en internet y que las familias comprendan los riesgos de la sobreexposición desde los primeros meses de vida", ha destacado la coordinadora del proyecto 'Crecer en un mundo de pantallas' de Somos Conexión, Idoia Miranda, en una nota de prensa.
Según los datos del Ministerio de Juventud e Infancia, la sobreexposición temprana en internet puede tener efectos significativos en el bienestar emocional de los menores, incluyendo ansiedad, estrés y pérdida de control sobre su propia identidad digital.
El Ministerio ha anunciado recientemente su intención de regular la exposición de niños en redes sociales por parte de sus padres, con una norma que "pondrá el foco en la responsabilidad de las plataformas digitales", según indicó la ministra Sira Rego, quien también subrayó la necesidad de diferenciar "entre los contenidos compartidos por familiares y los contenidos compartidos con fines económicos".
Somos Conexión defiende que, además de establecer límites legales, la regulación debería ir acompañada de programas públicos de alfabetización digital dirigidos a las familias, con el objetivo de que comprendan los riesgos asociados a la sobreexposición y aprendan a gestionar de manera responsable la presencia digital de sus hijos.
"El uso consciente y seguro de la tecnología es una corresponsabilidad compartida entre hogares, instituciones públicas y empresas tecnológicas. Solo así podemos garantizar que el desarrollo digital sea seguro y respetuoso con los derechos de la infancia", ha apostillado Miranda.