Fallout 4: Dame una vida

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Actualizado: miércoles, 11 noviembre 2015 10:21

   MADRID, 11 Nov. (Mario Jiménez/Portaltic) -

   Ayer llegó por fin Fallout 4, un título que llevábamos tiempo esperando por más que Bethesda no haya tenido reparos en ir mostrando, sin guardarse casi nada, durante los últimos meses. Personalmente he de decir que tenía muchas ganas de hincarle el diente. Desde que me aficionara a la saga con New Vegas me he adentrado cada vez con más ansias en el Yermo, aunque reconozco que la experiencia no siempre ha sido como esperaba.

   De entrada tengo que dejar claro que no he jugado las suficientes horas como para sentirme cómodo haciendo un análisis de Fallout 4. Le he dedicado unas 15 o 20, que son muchas, desde luego, pero creo que no las suficientes como para juzgarlo de manera definitiva y hacer una valoración con la que me sienta a gusto. Por eso, lo más "sincero" me parece que es ofrecer mi experiencia personal y mis impresiones como mero jugador.

AL FIN ME IDENTIFICO

   Si algo caracterizaba a anteriores entregas de esta serie es que, aunque la historia y el desarrollo de la misma eran suficiente como mantenerte pegado al mando, el personaje adolecía de una identidad propia, de una vida que se nos fuera desvelando poco a poco. En el caso de Fallout 4 esto es diferente desde el principio, ya que nos metemos en la piel de una persona que sufre y con la que nos podemos sentir identificados plenamente.

   Sin reventar nada, puedo decir que el inicio nos pone en la piel de un hombre o una mujer, podemos elegir, que acaba de vivir una experiencia traumática junto a su esposa/marido y que, en un momento dado, es colocada al límite al presenciar cómo su pareja es asesinada y su bebé secuestrado. A partir de aquí es fácil imaginar cómo esa sed de venganza y esas ansias por recuperar al niño llevarán al personaje a situaciones extremas en las que hemos de demostrar de qué pasta estamos hechos.

   También tengo la sensación de que, en general, el juego es más "adulto", con tramas más trabajadas, más dirigidas a un tipo de jugador maduro. No falta, por supuesto, el humor negro, que en mi caso le hace ganar muchos puntos, ni una mezcla perfecta de ingredientes que recrean un mundo futuro que ha quedado anclado en el pasado, con muchas referencias a la cultura pop y los Estados Unidos del sueño americano.

   En resumen, que la atmósfera es ideal para perderse desde el principio simplemente con que uno ponga un poquito de su parte. Además, ese toque rolero tan característico de la saga, mezclado con altísimas dosis de acción, lo hace tan interesante que es difícil resistirse a vivir la vida de ese personaje y a querer ayudarle en su destino, sea el que fuere.

LAS POSIBILIDADES DEL ESCENARIO

   Mucho se ha hablado también de que si el escenario es más pequeño que otras veces, que si se esperaba más, etc. Bueno, para mí el Yermo es como tiene que ser: está lleno de lugares por explorar, me permite perderme si lo deseo y, por encima de todo, me transmite la sensación de que está vivo, si es que eso es posible teniendo en cuenta el momento en que se desarrolla la historia. Y no me refiero a la cantidad de seres que lo habita: animales, humanos, necrófagos y demás, sino a que es una tierra que tiene su protagonismo propio y que "acompaña" al personaje.

Es cierto que no tenemos las distancias infinitas de anteriores Fallout, pero oye, qué queréis que os diga, yo lo celebro, porque con el poco tiempo del que dispongo para sentarme delante de la consola, lo que menos me apetece es tirarme 10 minutos para llegar de un lugar a otro en el mapa. Las distancias son lo suficientemente importantes como para dar un buen rodeo y es que además vais a encontrar montones de detallitos que os distraerán del objetivo.

    También me ha impresionado la libertad y la infinidad de posibilidades a la hora de crear asentamientos, los lugares que podemos construir y a los que van llegando otros supervivientes del Yermo con intenciones que no están demasiado claras. En ellos, como en cualquier otro núcleo urbano, habrá que asegurar el abastecimiento de agua, comida y luz, así como un reparto de tareas si queremos que la cosa prospere y no termine siendo un caos. A mí esto me parece una maravilla y poder dedicar horas enteras a ver cómo "late" mi propio pueblo no tiene precio.

   Creo que no tiene demasiado sentido hablar de la variedad de armas, objetos, armaduras y materiales que encontramos por el mundo porque es sencillamente abrumadora y Bethesda ya nos tiene acostumbrados a ello. Simplemente diré que también me he sentido un poco mecánico/chapuzas/inventor gracias a las opciones que ofrece el juego a la hora de combinar ítems para crear o mejorar objetos.

ALGO SORPRENDIDO

   También reconozco que no me ha parecido ningún portento técnico, más bien lo contrario, esperaba más, de ahí que me haya dejado un poco sorprendido. Gráficamente es muy pintón, para eso estamos hablando de un juego que nace en la nueva generación de consolas, pero no he visto un salto demasiado notable.

   Visualmente es bastante normal e incluso he detectado fallos técnicos pocos comprensibles, como que los personajes hablen y no se les mueva la boca, por ejemplo. No dudo que se solventarán mediante actualizaciones, pero creo que un título que lleva tanto tiempo en desarrollo y que ha generado tanto interés, no debería salir con estos "defectos". Dicho lo cual, hay que reconocer que el doblaje al castellano es muy bueno y que la banda sonora es inmejorable.

   Más allá de esto, que para nada es representativo de Fallout 4, quiero destacar los infinitos detalles y la enorme cantidad de guiños que hace al jugador. El hecho de esconder objetos y mejoras en todas las partes del mapa o que gracias al Pip-Boy (bendito gadget, por cierto) podamos jugar a un montón de minijuegos arcade, es realmente alucinante.

   ¿Que estamos ante el juego del año? Pues hay muchas posibilidades, tanto por lo profundo como por la calidad del planteamiento y las opciones jugables. Desde luego han aparecido grandísimos títulos este 2015, pero Fallout 4 tiene un no sé qué que sin ser el mejor de todos, te lleva al huerto de tal forma que es difícil escapar de sus redes.