MADRID, 10 Dic. (EDIZIONES/Portaltic) -
Existe un lugar en el mundo para los aficionados al fútbol que también quieren pararse a pensar en los aspectos que rodean al movimiento del balón sobre el césped. Parece que el deporte rey solo es una mecánica de '11 contra 11', pero existen muchos detalles clave para un club deportivo sobre los que el gran público no se detiene. Gestionar una plantilla, programar entrenamientos, motivar a los jugadores o tratar a la prensa son solo algunos de estos detalles, y estos son los grandes protagonistas, un año más, de Football Manager 2018.
La saga de gestión futbolística de SEGA y Sports Interactive no ha faltado a su cita anual con su potente comunidad de aficionados. Y lo ha hecho con un nuevo título que tiene en el realismo y en una potentísima base de datos reales las dos grandes armas gracias a las que no conoce rival en el sector. El jugador podrá tratar de emular las gestas de grandes clubs como el Real Madrid o el F.C. Barcelona, pero también de tomar las riendas de un desconocido equipo de la segunda división islandesa y en una precaria situación económica.
Cuando tienes una mecánica brillante, es complicado mejorar. Sin embargo, Football Manager trata de hacerlo año a año a base de detalles. Llama especialmente la atención lo duras y realistas que se han vuelto en esta edición las negociaciones de contratos, donde innumerables cláusulas, primas y porcentajes pueden ayudar a resolver una puja complicada por un jugador. Pero como siempre, toda esta labor se desarrolla bajo el importante condicionante que supone el presupuesto para traspasos.
La gestión de la plantilla y sus tácticas también han experimentado un tenue lavado de cara. Un informe de puntos fuertes y puntos débiles del equipo en su conjunto servirá de pista al 'mánager' para saber hacia dónde debe encauzar su parcela de fichajes, mientras los actuales futbolistas de la plantilla estarán atentos a las posibles entradas y salidas. Manejar al grupo cobra en Football Manager 2018 un papel señalado, ya que los jugadores forman pequeños 'clanes' que es necesario gestionar con tacto dentro de la nueva sección bautizada como 'Dinámicas'.
La pantalla de tácticas también ha experimentado alguna variación para dar a conocer al entrenador los posibles talones de Aquiles de su alineación. Para ello, un sistema de cuadrícula sobre la representación del terreno de juego indicará las áreas que mejor y peor se están cubriendo, de modo que es más sencillo e intuitivo tratar de solventar los errores de la pizarra.
El nuevo Football Manager no ha podido superar uno de los grandes obstáculos de su predecesor: la falta de determinadas licencias de clubs y competiciones, entre ellas, la Liga española. Aunque los nombres de los jugadores son fieles a la realidad y la denominación y color de indumentaria de los equipos no lleva lugar a ningún equívoco, sí es cierto que choca que en una atmósfera de excelso fervor por lo realista no aparezcan importantes escudos y logotipos oficiales. No obstante, Internet ha sabido responder a esta necesidad, y están disponibles parches no oficiales en varios foros de fans.
Lo que sí se puede considerar como entendible es el apartado gráfico. En un juego donde la gestión prima sobre la acción, tiene perdón que los gráficos de los partidos no sean lo suficientemente vistosos para un título de la segunda mitad de 2017, a pesar de las insistentes mejoras de Sports Interactive. Sin embargo, sirven para cumplir su misión, poner ante los ojos del entrenador los resultados de su trabajo táctico y dilucidar bien las jugadas clave que han inclinado la balanza a su favor o en contra.
Football Manager 2018 también presenta novedades como un centro médico que ofrece más información sobre el estado físico de los futbolistas y que puede ser configurado para que emita un informe semanal sobre aquellos integrantes de la plantilla que se exponen más a una lesión si juegan el siguiente partido. Otro de los aspectos es un cada vez más definido ambiente social y mediático, con reacciones ficticias en las redes sociales --no faltan las fotos y los 'hashtags'-- y preguntas insistentes de la prensa. El fútbol en todas sus dimensiones.
Un año más, el mayor simulador de gestión de fútbol ha hecho los deberes, y con algunos de los pequeños fallos que heredaba de anteriores ediciones, vuelve a hacer suya la idea de perfección y realismo. Unido ello a un rendimiento poco exigente que es compatible con buena parte de ordenadores, tenemos ante nosotros un aval de horas de entretenimiento para aquellos que sientan el fútbol como parte de su ADN.
