En The Tour
Probamos Assassin's Creed Syndicate, su gancho y sus carros
MADRID, 23 Jun. (Carlos Hergueta/Portaltic) -
A Assassin's Creed Syndicate le hacen falta dos cosas, si quiere recuperar su esplendor perdido (dejando a un lado que no puede ser la "fiesta de los bugs" que fue Unity). Por un lado, necesita novedades en los controles y el planteamiento de las misiones; por otro, una historia a la altura de las primeras entregas.
En lo segundo, en el argumento, al menos en su profundidad y enlaces con el presente, ya hemos perdido la fe y solo esperamos que la trama en el pasado (en el Londres victoriano, en este caso) mejore con respecto a Unity; lo primero, lo referente al control y el desarrollo, sí que parece que va a ganar gracias a la incorporación de novedades como el gancho y los carruajes.
La semana pasada pudimos probar la última demo de Assassin's Creed Syndicate y no ha sido fue los Angeles, sino en Madrid, gracias a una estupenda iniciativa de UbiSoft que deja entrever dos cosas: la primera es que la compañía quiere (o necesita) promocionar una de sus sagas estrella más que otros años; la segunda, que está convencida de que las novedades jugables harán mucho bien a Assassin's Creed y quiere (o necesita) que los usuarios y la prensa lo comprueben de primera mano antes del lanzamiento de Syndicate en otoño.
ASSASSIN'S CREED SYNDICATE THE TOUR
UbiSoft ha hecho un esfuerzo digno de elogio con su Assassin's Creed Syndicate: The Tour. Se trata de una serie de eventos en distintas capitales de todo el mundo en los que la compañía gala está enseñando la nueva entrega de su popular saga de aventuras. Lo encomiable de la acción es que gracias a ella, aficionados y prensa de todo el mundo están probando el título al mismo tiempo que se está enseñando en Los Angeles, en la feria de videojuegos E3.

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La parada española del tour de Assassin's Creed se ha producido en Madrid, en el Palacio de las Alhajas situado muy cerca de la Puerta del Sol. Allí UbiSoft ha instalado varios puestos para jugar a Syndicate, estatuas de asesinos como Arno o Connor, 'merchandising', banderas británicas en honor de la última entrega y curiosos puestos de tatuajes y barberos. Un rincón ideal para los fans de la saga.
LA PUNTA DE CUERDA
La demo que pudimos probar en Syndicate era una sencilla misión en la que debíamos eliminar a varios enemigos de una zona dominada por una banda templaria, después perseguir a un enemigo en carruaje y, por último, participar en una pelea callejera.
La primera sección de la misión nos permitió comprobar lo bien que le ha sentado a Jacob Frye, el nuevo asesino protagonista, su nuevo 'gadget': la punta de cuerda. Sí, como todo el mundo espera, se parece muchísimo al batgancho que usa Batman en la saga Arkham (tan solo hay que pulsar un botón cuando es posible enganchar la cuerda en algún objetivo). Además de permitirnos trepar a lo alto de un edificio en un segundo, también podemos utilizarlo de tirolina entre dos construcciones, con lo que ni siquiera es necesario bajar a pie de calle o buscar unos cables o una plataforma que nos permitan cruzar una vía demasiado ancha como para hacerlo de un salto.

La punta de cuerda aunque presentaba algunos problemas de detección de las cornisas donde engancharlo, sin duda es un gran añadido para la saga de asesinos y esperamos que se pula de cara a la versión final.
Assassin's Creed mostraba serios signos de desgaste en la navegación por el escenario. A los fans nos encanta trepar por las fachadas y correr por los tejados, pero no es menos cierto que en ocasiones resulta engorroso trepar enormes edificios y correr cientos de metros para llegar a un objetivo. También las posibilidades en el planteamiento de las misiones estaba en dique seco por este motivo, entre otros.
Las entregas en el Caribe consiguieron paliar estas carencias gracias a los barcos, que aleteraban profundamente la navegación. No obstante, tanto cambió Black Flag el desarrollo que dejó el movimiento a pie en un segundo plano; tanto, que las críticas vinieron por ahí. "Es un juego de piratas, no un Assassin's Creed" era la crítica más extendida.
Por eso "reinventar" la navegación a pie de calle es una gran noticia. En este sentido, la punta de cuerda encaja a la perfección con la habitual manera en la que los asesinos se han movido siempre. Permite acelerar el movimiento en zonas donde resultaría engorroso sin ella y aún así mantiene las carreras por los tejados y las escaladas, pero mejor dosificadas.
En la misión debíamos utilizar este gancho para infiltrarnos en una sección controlada por una banda de los templarios, que nos permitió comprobar algunas posibilidades de infiltración, como disparar dardos narcóticos a estufas (lo que produce una explosión que afecta a varios enemigos) o lanzar cuchillos a objetos colgados y que así caigan en sobre los guardias. También pudimos realizar ejecuciones más clásicas, como asesinatos desde las alturas o escondidos en carros de paja.
La sensación que nos tramsitió Syndicate en esta sección es que ofrecerá la ya conocida fórmula de Assassin's Creed, mezclando infiltración y enfrentamientos directos, pero de una forma más ágil.
LOS CARROS
Los carros son la otra pata sobre la que descansarán los grandes cambios de Asssassin's Creed Syndicate en cuanto a las posibilidades en las misiones. La segunda parte de la misión consistía en perseguir en carro a un templario que se da a la fuga tras nuestra incursión.
Podremos coger cualquier carro tirado por caballos que veamos por la calle, como si de un GTA en el Londres victoriano se tratase. También podremos luchar contra enemigos que se aproximen en otros vehículos y movernos de unos a otros; en este punto, el carro perseguirá al objetivo de forma automática.

Nos gustó lo que probamos, porque sin ser un GTA añadirá variedad a las misiones y otro punto de vista a la saga. Lo cierto es que resulta poco realista debido a que los caballos son indestructibles (podemos estamparnos a toda velocidad contra una fachada y el animal ni se inmuta), pero está claro que se ha tomado esta decisión para que no afecte a la fluidez de la partida. También echamos de menos la posibilidad de montar únicamente a caballo, como en alguna de las antiguas entregas, lo cual resultaría perfectamente realista y ofrecería aún más variedad.
Habrá que ver qué tal aprovechan los desarrolladores esta nueva forma de movernos por la ciudad, pero sin duda añade nuevas posibilidades y su llegada es bien recibida.
La misión terminaba con una pelea al estilo Gangs of New York. Apenas portábamos armas (la hoja oculta, dardos, cuchillos y poco más), por lo que la pelea se resolvía a puñetazo limpio. El objetivo estaba claro: mostrar la mayor ferocidad en las peleas, con un estilo más callejero. Efectivamente así es: Jacob es más bruto que un "arao" repartiendo estopa, aunque no pudimos apreciar demasiadas novedades más allá de las nuevas animaciones. Nos pareció muy similar a Unity.
PRIMERA IMPRESIÓN
La demo que hemos probado aún presentaba bastantes errores gráficos, como un 'popping' exagerado o una fluidez aún por pulir, pero es de esperar que la mayoría se corrijan antes del lanzamiento de Assassin's Creed Syndicate. UbiSoft no se puede permitir tantos bugs como los que acompañaron a Unity. Dejando esto a un lado y teniendo en cuenta que utiliza el mismo motor y llega solo un año después, nos esperamos un nivel técnico muy en la línea de la anterior entrega.
Es imposible saberlo a ciencia cierta hasta que podamos probar todos los niveles del juego, pero sin duda las novedades en el control y el desarrollo encajan a la perfección con el estilo habitual de la franquicia. Con una sensación de estar ante un Assassin's Creed "de siempre", no como ocurría en Black Flag, los cambios ofrecen más posibilidades a la hora de plantear misiones a los desarrolladores y más opciones para resolverlas a los jugadores.
Es complicado que esta franquicia recupere el esplendor perdido, especialmente por su historia echada a perder tras lo que ocurrió con Desmond Miles, pero un rayo de esperanza ilumina su cara puramente jugable con la llegada de la punta de cuerda y los carros.