¡Quiero ser un pirata!: El secreto de Monkey Island cumple 25 años

Actualizado: lunes, 7 septiembre 2015 19:05
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   MADRID, 4 Sep. (Portaltic) -

   Hace 25 años, un joven delgaducho llegó a la isla Melée con la firme intención de convertirse en el pirata más temido del Caribe. Su nombre, Guybrush Threepwood, y su aventura, The Secret of Monkey Island (El secreto de la isla del mono).

   El aniversario de la primera entrega de esta popular saga de piratas ha sido esta semana, y el encargado de recordarlo ha sido nada menos que su creador, Ron Gilbert.

   Gilbert, además, ha rememorado los primeros pasos de este título que, incluso hoy y pese a los cambios que han sufrido los videojuegos, sigue siendo uno de los más queridos por los jugadores.

   Siguiendo la estela de juegos como Maniac Mansion, Indiana Jones y la última cruzada o Loom, The Secret of Monkey Island fue el quinto juego en desarrollarse con la tecnología SCUMM.

   Para jugar con él, hacían falta cuatro disquetes -aunque los de la imagen no son el juego, sino los compartidos por Gilbert sobre su desarrollo-, posteriormente, incluso estuvo disponible en CD-ROM, y los gráficos desde luego no tenían nada que ver con lo que se ve hoy en día.

UN LIBRO, FUENTE DE INSPIRACIÓN

   Si hablamos de la historia, su inspiración fue la misma que la de la película Piratas del Caribe: la atracción de Disneyland del mismo nombre que la cinta que narra las aventuras del pirata Jack Sparrow, o al menos en parte. 

Primero, en los parques Disney se encuentra la atracción Piratas del Caribe, aunque con una ambientación más bien genérica de la época de los piratas, y que da nombre a la saga de películas. 

   A su vez,  se basa en una novela, En costas extrañas, de Tim Powers, en la que un joven, hijo de un titiritero, acaba siendo parte de la tripulación del temido pirata Barbanegra, quien aterroriza los siete mares con ayuda de la magia negra basada en ritos y creencias del vudú. Sí, recuerda en líneas generales a la cuarta entrega de la ficción capitaneada por Sparrow. 

GROG, INSULTOS Y MONOS

   La aventura gráfica hace alarde de un particular sentido del humor que ha logrado atrapar a muchos. No solo por las despiadadas peleas de insultos en alta mar -y también en tierra- ("¿Has dejado ya de usar pañales?/¿Por qué? ¿Acaso querías pedir uno prestado?" o "Yo soy cola, tú pegamento"), sino por la propia empresa en la que se embarca el joven Threepwood que pinta de pirata, pues no tiene -aunque haga el intento de beber grog, la bebida pirata por excelencia-.

   En su avance, logra enemistarse con el temible pirata zombie LeChuck, una versión con la piel verde de Barbanegra, capaz de hacer magia vudú y que dirige una tripulación de esqueletos.

   Pero el motor de la historia, lo que impulsa a Guybrush a convertirse finalmente en pirata, es el secuestro por parte de LeChuck de su amada, la gobernadora de Melée, Elaine Marley, que acaba en Monkey Island, una isla habitada por unos peculiares carnívoros y monos, muchos monos.