Actualizado 10/04/2006 17:37

Bono expresa su "profundo amor a España" en su despedida y el JEMAD le agradece que haya asumido las virtudes militares

El general Sanz le regala el guión ministerial y el ministro ordena como último movimiento firmeza y el tradicional 'Viva a España'

MADRID, 10 Abr. (EUROPA PRESS) -

El ministro de Defensa, José Bono, ensalzó hoy la bandera nacional como "expresión inteligente" de que todos los españoles valen más juntos que separados y pueden ofrecer de este modo un futuro mejor a sus hijos, al tiempo que expresó su "profundo amor a España" y que cada día se siente "más profundamente español".

En su despedida ante toda la cúpula militar en el Cuartel General del Ejército, el ministro, que se había reunido anteriormente con los Consejos Superiores de los Ejércitos y la Armada, recibió honores de ordenanza y pasó revista por última vez a las tropas, en esta ocasión representadas por una compañía mixta de los tres Ejércitos y la Guardia Civil.

Bono centró su último discurso en ensalzar la unidad de España, consagrada por la Constitución al igual que su "integridad" e "independencia", y en resaltar el valor de la bandera nacional, la enseña "de todos" y que, a su vez, representa los "valores supremos" de la Carta Magna.

Afirmó que la bandera es un símbolo para civiles y militares y expresa "el deseo libre y democrático de querer vivir juntos" y representa la "expresión inteligente" de que los españoles juntos valen más que separados y de ese modo pueden ofrecer un futuro mejor a las generaciones venideras.

El titular de Defensa agradeció al Rey don Juan Carlos su "prudencia", "capacidad", sus buenos consejos y el cariño que ha demostrado profesar a las Fuerzas Armadas y a la Guardia Civil, y al presidente del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero, que haya sido "cómplice y aliado" para conseguir que los valores y presupuestos militares alcanzaran "momentos históricos".

"MI ÚLTIMO DESEO"

También agradeció su disciplina y silencio a todos los miembros de las Fuerzas Armadas, así como que hayan elegido una profesión marcada por la "disponibilidad máxima" al servicio a España. A todos ellos les trasladó su "último deseo", que puedan lucir el uniforme en las calles, un proyecto que no se materializará hasta que el terrorismo etarra finalice.

Bono concluyó su intervención pidiendo perdón a todos los militares o civiles que con sus palabras o decisiones pudiera haber ofendido y recalcando que no lo hizo por "malicia" sino por "negligencia".

Tras reiterar que abandona la vida política por voluntad propia --"me voy porque quiero", resaltó-- y manifestar su profundo amor a España, el ministro ordenó su último movimiento: mandó firmes a las tropas y el tradicional 'viva a España', al que pidió que se sumaran todos los allí congregados, incluidos civiles y medios de comunicación.

La despedida de la bandera se inició a las 11.15 horas con la entrada de la compañía de honores. Tras la revista a las tropas, llegó el turno del jefe del Estado Mayor de la Defensa (JEMAD), general de Ejército Félix Sanz Roldán, quien agradeció a Bono que haya incorporado las virtudes militares a "su gran patrimonio ético y humano".

"Nadie ha pronunciado tantas veces España como tú lo has hecho. Nadie se ha emocionado más que tú ante nuestra bandera y nadie ha incorporado las virtudes de un militar a su gran patrimonio ético y humano. Tu norma de vida es paradigma claro de que el amor a España y el respeto a la bandera no es patrimonio de los militares sino de todos los ciudadanos de bien", subrayó el JEMAD.

CUMPLIDOS LOS SUEÑOS MILITARES

El general Sanz Roldán destacó la eficiencia de Bono al frente del Ministerio de Defensa y le trasladó que durante estos dos años ha hecho posibles los "sueños" de los militares, centrados en que las Fuerzas Armadas sean respetadas, estén "mejor dotadas" económicamente y puedan desempeñar su labor con eficacia y sometimiento a la Constitución.

"Te vas como el buen soldado, cuando ya está bien cumplida tu misión", trasladó a Bono el JEMAD, antes de agradecerle su trabajo "eficaz" y su "sacrificio permanente" por los Ejércitos y la Armada. El general Sanz Roldán rememoró una de las citas del propio Bono, "el milagro laico", para resaltar que como ministro ha conseguido aumentar en 5.000 efectivos el último año el total de soldados y marineros profesionales.

El JEMAD hizo hincapié en que Bono como ministro ha sido "un compañero" y destacó su actitud en duros momentos, como cuando, tras el accidente del Cougar en Afganistán, veló durante 20 horas los 17 cadáveres de los soldados españoles fallecidos en el siniestro.

El general Sanz Roldán puso punto y final a su discurso rompiendo el protocolo al entregarle a Bono, de parte de "todos los hombres y mujeres" de las Fuerzas Armadas, el guión ministerial, una banda con la bandera nacional, la que representa, a su juicio, "la España eterna".

Bono concluyó su último acto estrictamente militar --una ceremonia de despedida de la bandera tradicional en el Ejército del Aire y que el ministro quiere instaurar para cada relevo ministerial en Defensa-- ordenando a los soldados que se pusieran firmes y pronunciaran el tradicional 'viva a España'.

Posteriormente, la banda de música interpretó 'la canción del soldado' mientras Bono se dirigía a la bandera y la besaba, tras lo cual la enseña fue retirada junto con la compañía de honores. El titular de Defensa abandonó entonces el Cuartel General del Ejército de Tierra para realizar su última visita al Centro Nacional de Inteligencia.

El acto de despedida de la bandera congregó a todos los altos cargos del Ministerio de Defensa y a la cúpula militar al completo. Allí estuvieron el secretario de Estado de Defensa, Francisco Pardo, el subsecretario, Justo Zambrana, el secretario general de Política de Defensa, almirante general Francisco Torrente, el director del CNI, Alberto Sáiz, el director del gabinete de Presidencia del Gobierno, José Enrique Serrano, y los jefes de Estado Mayor de los Ejércitos de Tierra y del Aire, generales José Antonio García González y Francisco José García de la Vega, y el jefe del Estado Mayor de la Armada, almirante general Sebastián Zaragoza Soto.

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