Clima y topografía fueron claves en la creación de distintos linajes de la salamandra, originada en la Península Ibérica

Archivo - Salamandra endémica del sistema Central.
Archivo - Salamandra endémica del sistema Central. - ÍÑIGO MARTÍNEZ-SOLANO, INVESTIGADOR DEL MNCN-CSIC
Publicado: miércoles, 17 marzo 2021 13:45

   MADRID, 17 Mar. (EUROPA PRESS) -

   La diversificación de la salamandra común endémica del sistema Central está influida por el clima y la topografía como factores clave en la actual fragmentación de sus poblaciones, según una investigación en la que ha participado investigadores del Museo Nacional de Ciencias Naturales del Consejo Superior de Investigaciones Científicas (MNCN-CSIC).

   La salamandra común (Salamandra salamandra) esté presente en toda Europa, pero las poblaciones ibéricas son las que presentan una mayor diversidad en patrones de coloración, tamaños y modos de reproducción, según un estudio que publica la revista 'Molecular Phylogenetics and Evolution', que apunta que esta especie se habría originado en la Península ibérica y dio lugar a distintos linajes debido al efecto de factores climáticos y topográficos.

   Además, los investigadores explican que la variación en los patrones estacionales de precipitación ha tenido un importante papel en la diversificación de la salamandra común en el Sistema Central.

   Uno de estos linajes corresponde a la subespecie Salamandra salamandra almanzoris, que únicamente habita en zonas altas de las montañas del Sistema Central, concretamente en las Sierras de Gredos y Guadarrama.

   Respecto al origen y diferenciación de este linaje, el equipo internacional de investigadores, también con participación del MNCN, ha publicado un artículo en la revista 'Heredity' que aporta pistas para responder esta pregunta.

   En concreto, el investigador de la Universidad Autónoma de Madrid y participante en uno de los estudios David Buckley ha explicado que las salamandras "apenas migran" y sus poblaciones están separadas por

   barreras naturales y artificiales. "Esto hace que a lo largo del tiempo las poblaciones acumulen diferencias genéticas que dan lugar a la aparición de distintas variedades o incluso especies", señala.

   El investigador añade que entre las barreras naturales están las topográficas, como ríos o montañas y que las climáticas se refieren a las diferencias de temperatura y humedad entre regiones.

   Por su parte, el investigador del MNCN Íñigo Martínez-Solano, que ha participado en ambas investigaciones, precisa que en el sistema Central hay dos grupos "históricamente bien diferenciados" de salamandras comunes que son además endemismos ibéricos, es decir, que se encuentran "exclusivamente" en la península ibérica.

   Se trat, según añade que las las subespecies Salamandra salamandra almanzoris, localizada en áreas de alta montaña, y Salamandra salamandra bejarae, propia de las zonas medias y bajas.

   Martínez-Solano añade que en el estudio que publica la revista 'Heredity' se analiza la conectividad entre las poblaciones de ambas subespecies y el efecto de factores como la distancia geográfica, la topografía, o el clima en las diferencias genéticas observadas entre ellas.

   En ese sentido, concluye que los resultados muestran que los factores climáticos y los topográficos estarían actuando de forma conjunta en la diferenciación genética de las poblaciones, y que aspectos climáticos como la variación de los patrones estacionales de precipitación son determinantes en este proceso.

   Según el MNCN, los resultados de estas investigaciones son "de gran importancia" para la conservación de la salamandra común en las sierras del Sistema Central, donde sus poblaciones están "gravemente fragmentadas", y ponen de manifiesto la necesidad de tratar las poblaciones aisladas geográficamente como unidades de gestión independientes.

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