La eléctrica estudia la sentencia y no descarta recurrir ante la Audiencia de Barcelona
BARCELONA, 5 Sep. (EUROPA PRESS) -
El Juzgado de Primera Instancia 11 de Barcelona ha condenado a la empresa eléctrica Endesa a pagar una indemnización de unos 38 millones de euros a un centenar de propietarios de los terrenos afectados por el gran incendio que del 4 al 20 de julio de 1994 arrasó la comarca del Berguedà.
El fuego, que se inició en una línea baja tensión en la pedanía de Gargallà, perteneciente al municipio de Montmajor (Barcelona), devastó 19.450,9 hectáreas --13.998 hectáreas forestales y 5.452 no forestales-- y provocó la muerte de cuatro personas de poblaciones vecinas, recuerda la sentencia.
Fuentes de Endesa han explicado a Europa Press que están estudiando la sentencia y que no descartan presentar un recurso contra la decisión judicial en la Audiencia de Barcelona que les obliga a pagar indemnizaciones que oscilan entre los 5.000 euros y casi cuatro millones a un centenar de propietarios.
La empresa Fecsa, actualmente Grupo Endesa, era el titular de esta línea eléctrica construida en 1966 en la que sobre las 12 horas del 4 de julio de 1994 se produjo un sobrecalentamiento que provocó chispas que cayeron al suelo y que llegaron a prender en un campo de cereales.
Los 40 grados de temperatura y el viento propiciaron que se propagara hacia una zona forestal próxima sin que los vecinos, pese a sus esfuerzos, "pudieran hacer nada para sofocarlo", según explica la sentencia.
"Las causas que permitieron la producción del daño fueron el deficiente estado de conservación de la línea eléctrica L-298 Gargallà, así como el deficiente diseño de la misma", concluye la juez, que añade que los mecanismos de seguridad de la línea resultaron insuficientes.
El fuego se propagó rápidamente y acabó afectando a los términos municipales de Montmajor, Navès, Viver i Serrateix, Montclar, Espunyola, Puig-Reig, Casserres, Sta. Maria de Merlès, Gironella, Sagàs, La Quar, Avià, Olvan y Lluça.
La juez asegura que durante el proceso penal la empresa en su estrategia de defensa "intentó crear cierta confusión" culpabilizando a otros focos secundarios de otros incendios de menor entidad que al mismo tiempo afectaba a la comarca y que confluyeron con el originado en Gargallà.
