Las aseguradoras pagaron 50.000 millones a víctimas de tráfico en 20 años

Actualizado: martes, 2 junio 2015 14:23

MADRID, 2 Jun. (EUROPA PRESS) -

Las aseguradoras han hecho entrega de un total de 49.600 millones de euros a víctimas de accidentes de tráfico en concepto de indemnizaciones en los últimos 20 años, según ha informado la Asociación Empresarial del Seguro (Unespa). Esta cantidad, que supone unos 6 millones de euros al día, durante el periodo de dos décadas, se basa en el baremo de daños aprobado en 1995, cuya reforma está en proceso de aprobación en la actualidad.

Unespa, que ha presentado este martes su 'Memoria Social 2014', ha destacado también que, desde 1995, se estima que unas 6.500 personas han padecido secuelas extremas, para las que el seguro ha realizado una transferencia de recursos de 1.450 millones de euros a este colectivo.

En cuanto al número total de víctimas de accidentes, el sector asegurador ha atendido a 9,2 millones de afectados. El principal colectivo de víctimas está formado por personas que sufrieron secuelas permanentes a raíz de un siniestro, que constituyen el 36,6 por ciento de los casos, según apunta la asociación.

Le siguen, por peso, aquellas personas que se vieron implicadas en algún accidente pero que, aunque no padecieron secuelas, sí tuvieron que pasar un tiempo de baja hasta que se recuperaron. Este tipo de lesionados representa un 32,2 por ciento del conjunto.

Entre tanto, quienes sólo requirieron asistencia sanitaria y no vieron interrumpida su actividad cotidiana ascendieron al 29 por ciento del total de víctimas; mientras que el 2 por ciento restante responde a las personas que perdieron a un familiar en un accidente de circulación.

200.000 INDEMNIZADOS POR UN FAMILIAR

Unespa destaca que, de los cerca de 200.000 indemnizados por esta última causa, unos 110.000 lo fueron por ser hijos del difunto. De éstos, 23,000 eran menores de edad en el momento del siniestro de sus progenitores. Entre tanto, 64.415 fueron indemnizados por ser padres de las personas malogradas en el accidente.

El cuadro de afectados los completan los cónyuges de las víctimas (29.333), los hermanos (20.613) y los abuelos (991).

Durante el acto, la presidenta de la asociación, Pila González de Frutos, ha explicado que la 'Memoria Social 2014' deja constancia de la "mella que los accidentes de tráfico han hecho entre los jóvenes en las últimas dos décadas". En este sentido, ha destacado que la mitad de las personas que quedaron con secuelas tras un siniestro tenían entre 18 y 35 años.

Dicho en otros términos: 1,7 millones de los 3.4 millones de lesionados con secuelas, eran jóvenes. Del mismo modo, González de Frutos ha señalado que el peso de esta cohorte de edad en el análisis de gente que ha sufrido secuelas graves o muy graves es, igualmente, mayor del que corresponde si se compara su relevancia dentro de la población global.

En el repaso de los lesionados graves en accidentes de tráfico muestra que el 46 por ciento de los afectados viajaba en turismos. Otros 30 por ciento eran peatones y un 20 por ciento empleaba otro tipo de vehículos --furgonetas, camiones o autobuses, entre otros--. Por último, Unespa indica que el 4 por ciento de los grandes lesionados se desplazaba en vehículo de dos ruedas.

ANDALUCÍA Y CATALUÑA EN EL RANKING DE LESIONADOS

La asociación destaca en su memoria que la impronta de los accidentes más graves también varía de una zona a otra. Las regiones que sufren una mayor cantidad de lesionados con secuelas cada año son Andalucía y Cataluña. Estas comunidades destacan porque en los periodos de vacaciones reciben fuertes aportaciones de población, ha recalcado Unespa.

Además, son territorios extensos, lo que provoca que ahí sean frecuentes los desplazamientos interurbanos. La asociación destaca, por ejemplo, Castilla y León, una región que, si bien no está en los puestos de cabeza en siniestralidad, sí presencia una cantidad relativa de accidentes con lesionados graves superior a la que le corresponde en base a su censo.

Así, indica que, al igual que en los casos de Andalucía y Cataluña, esto es el resultado de un mayor número de desplazamientos interurbanos fruto de la dispersión de la población entre varios núcleos urbanos de tamaño medio.

En el extremo opuesto se encuentran Comunidad de Madrid y País Vasco. Para Unespa, estas regiones se benefician del hecho de son zonas menos extensas y que, en su caso, los núcleos urbanos aglutinan a una proporción elevada de la población local. Esto hace que, tanto en Madrid como en el País Vasco, sean más habituales los desplazamientos urbanos y, habitualmente, los siniestros en estas circunstancias son "menos fatales".