La azafata asturiana retenida en Chad asegura que gente de la ONG decía que en Indonesia se vendían niños por arroz

Actualizado: domingo, 6 abril 2008 16:29

OVIEDO, 6 Abr. (EUROPA PRESS) -

La azafata asturiana, Tatiana Suárez, retenida en Chad durante 11 días, explicó que los cooperantes de la ONG francesa el Arca de Noé no se extrañaban ante la posibilidad de traficar con niños ya que aseguraban algunos de sus miembros que que la zona de Indonesia castigada por el Tsumani "se vendían niños por un paquete de arroz".

Aún así, Tatiana González afirmó, en declaraciones a Europa Press, que los cooperantes del Arca de Zoé en ningún momento dijeron que estaban allí para recoger a niños, y añadió que los miembros de la ONG gala culparon a tres hombres de Chad de "intentar traficar con los niños que supuestamente no tenía familia a causa de la guerra".

La azafata asturiana reveló que los policías del país africano les obligaron a bajar del avión a punta de metralleta y señaló que el líder de la ONG francesa el Arca de Zoé les "ignoró" durante los días que la tripulación española permaneció detenida en Chad.

Suárez explicó, tras el indulto a los cooperantes galos del Arca de Zoé, que la experiencia "fue un calvario" ya que se sentían "engañados" tanto por los organizadores de la ONG como por la Policía y la Justicia de Chad.

La azafata parraguesa relató que después de que los agentes de seguridad les obligasen a bajar del avión a punta de metralleta se reunieron con la novia del líder de la ONG francesa que "entre sollozos les dijo que lo sentía mucho". A partir de ese momento, "Todo fue a peor", apuntó la azafata.

Tatiana Suárez recuerda que tuvo en sus manos un libros, "parecido a un álbum de fotos", en el que aparecían varias fotografías de carné de niños. "Al final del libro existía otro apartado en el que se hallaban nombres de familias y una cantidad de dinero que supuestamente era lo que iban a pagar por los pequeños", apuntó Suárez, que añadió que las cantidades oscilaban entre los 3.000 y 15.000 euros".

Después de que los tripulantes del avión y los cooperantes de la ONG durmiesen el primer día a la intemperie, los dos siguientes días les habilitaron un espacio con cuatro paredes y un techo de uralita. "Aún así seguíamos durmiendo en el suelo de la calle", destacó.

LA CÁRCEL.

Posteriormente, continua el relato de Tatiana Suárez, las autoridades llevaron a la tripulación del avión a un prisión en la que el pasillo central no tenía más de un metro de ancho y por el que eran "acosadas" por los presos que estiraban sus brazos entre los barrotes para tocarles. "Las celdas eran de cuatro personas y dormíamos encima de camas de piedra", apuntó.

"En la cárcel había celdas de cuatro personas en las que había diez negros, y algunos condenados a muerte", comentó Tatiana, que añadió que "dentro de la celda había sapos del tamaño de una pelota de balonmano, cucarachas gigantes, saltamontes y arañas de todos los colores y formas".

En la prisión sólo estuvieron dos días. El tercer día ya fueron llevados a las salas donde permanecieron durante los interrogatorios ante el juez. En estas habitaciones Tatiana Suárez convivió con el líder de la ONG que "no fue capaz de dirigirles la palabra". "Tan sólo nos dijo que lo sentía y nos deseo buena suerte cuando nos fuimos", apostilló.

Otra de las situaciones que sorprendieron a la azafata parraguesa fue ver a todos los niños con vendajes. Según las autoridades los niños tenían todos alguna venda en su cuerpo porque la mayoría tenía "envidia" de los que de verdad tenían vendas por heridas reales. Esta situación despertó la curiosidad a la azafata asturiana que dudó en todo momento de que el argumento del Gobierno fuese real.