Benedicto XVI explica en su Encíclica que el amor puro está sólo en el matrimonio destinado a la procreación

Actualizado: lunes, 23 enero 2006 17:26


ROMA, 23 Ene. (EUROPA PRESS/C. Giles) -

El Papa Benedicto XVI explicó hoy que en su Encíclica el amor puro está sólo en el matrimonio formado por un hombre y una mujer y a su apertura también "al don de una nueva vida humana", durante su intervención en el congreso organizado por el Consejo Pontificio "Cor Unum".

El Pontífice analizó hoy en su discurso su primera Encíclica que será presentada el próximo miércoles con el título "Deus caritas est" (Dios es amor), dividida en dos partes una sobre la caridad y la otra sobre su versión del amor.

"Una primera lectura podría suscitar la impresión de que se divida en dos partes poco unidas entre sí: una primera teórica, que habla de la esencia del amor, y una segunda que trata de la caridad eclesial, de las organizaciones caritativas. A mí me interesaba la unidad de los dos temas, que sólo se entienden bien si se ven como una cosa única", explicó.

Sobre el amor, el Papa comentó que en la Encíclica "quiere mostrar la humanidad de la fe --de la que forma parte el eros-- el sí del hombre a su cuerpo creado de Dios, el sí al matrimonio indisoluble entre el hombre y la mujer, que encuentra su forma más enraizada en la creación. Es allí cuando el eros se transforma interiormente en ágape, que es amor por el otro, y se convierte en preocupación por el otro, disposición al sacrificio y apertura al don de una nueva vida humana", dijo el Papa.

Para explicar su Encíclica el Papa puso el ejemplo del escritor italiano Dante. "El viaje cósmico en que Dante en su Divina Comedia quiere llevar al lector acaba ante la luz perenne que es Dios mismo, ante esa luz que es al mismo tiempo 'el amor que mueve al sol y a las otras estrellas'", explicó Benedicto XVI.

Sobre la fe, el Papa comento que "no es una teoría que se puede dejar de lado o hacer propia. Es una cosa concreta que decide nuestro estilo de vida". "En una época en que asistimos al abuso de la religión hasta la apoteosis del odio, necesitamos al Dios vivo, que nos amó hasta la muerte. Así, en esta Encíclica, los temas Dios, Cristo y Amor están fundidos como guía central de la fe cristiana", dijo.

En cuanto a la parte dedicada a la caridad, el Papa comentó que "la organización eclesial de la caridad no es una forma de asistencia social que se añade casualmente a la realidad de la Iglesia; (...) forma parte, en cambio, de su naturaleza, (...) debe hacer visible de algún modo al Dios vivo".

"El espectáculo del ser humano que sufre nos toca el corazón. Pero el compromiso caritativo va mucho más allá de la simple filantropía.

Dios mismo nos empuja a aliviar la miseria. Es a Él mismo a quien llevamos al mundo que sufre" y "cuanto más clara y conscientemente lo llevemos como don, nuestro amor cambiará el mundo más eficazmente", explicó.