Blázquez dice que no le ha sido "fácil discernir" cuestiones pastorales como presidir todos los funerales de víctimas

Actualizado: sábado, 10 abril 2010 15:17

Pide a Dios que "nos otorgue definitivamente la paz plena, que ardientemente ansía nuestra sociedad"

BILBAO, 10 Abr. (EUROPA PRESS) -

El obispo de Bilbao y preconizado arzobispo de Valladolid, Ricardo Blázquez, aseguró hoy que la reflexión teológico-pastoral le ha ocupado mucho tiempo y reconoció que no le ha sido "fácil discernir algunas cuestiones pastorales", como "la llamada 'véritas sacramenti', la presidencia por parte del obispo de la Eucaristía en todos los funerales de víctimas del terrorismo, la participación pastoral de los laicos como voluntarios, con dedicación a tiempo parcial y con plena dedicación o la instauración del diaconado permanente en la Diócesis".

En su homilía en la Eucaristía de despedida de la Diócesis celebrara en la Catedral de Santiago de Bilbao, donde ha permanecido los últimos quince años, el obispo afirmó que "la experiencia nos enseña que muchas personas llegan rápidamente a la toma de decisiones", mientras que "otros, en cambio, necesitamos dar varias vueltas a las cuestiones antes de decidir".

En ese sentido, dijo no estar "arrepentido" de haberse "tomado tiempo para adoptar la determinación que me parecía más pertinente, después de haber escuchado mucho y de haber sopesado las razones aducidas por unos y otros".

"He comprendido que, teniendo en cuenta la trayectoria anterior de mi vida sacerdotal, podía prestar un servicio más eficaz a la Diócesis a través de la predicación y la reflexión teológica sobre todo de orden espiritual y pastoral", aseveró.

Blázquez quiso expresar su "agradecimiento, pedir perdón y manifestar también cuáles han sido las orientaciones que me han guiado durante los catorce años largos de trabajo pastoral en la Diócesis, nuestra querida Diócesis de Bilbao nunca me quedará lejos".

"La convivencia en esta Iglesia local, el amor al Señor, al Evangelio y a las personas, el haber trabajado y sufrido juntos que fraterniza profundamente, el haber compartido gozos y preocupaciones han ido tejiendo unas relaciones muy estrechas", aseguró.

En cuanto a las orientaciones básicas que "han guiado" su trabajo pastoral, Blázquez recordó que su voluntad ha sido "ser obispo de todos, con todos y para todos. En primer lugar deseo ser obispo de todos".

Además, destacó que ha debido "ejercitar la paciencia" y ha querido "cumplir el ministerio episcopal con una atención peculiar a la predicación y al magisterio".

Por otro lado, explicó que nunca ha concebido la publicación de libros siendo obispo "como distracción del servicio episcopal, sino como contribución al mismo servicio apostólico, ejercido aquí y amplificado a otros lugares". A su juicio, "en tiempos de cambios profundos la reflexión personal y la búsqueda en comunión de respuesta a los desafíos planteados es una exigencia humana y pastoral".

GRATITUD

Blázquez mostró su gratitud al obispo auxiliar, a los vicarios generales, territoriales y judiciales, a los delegados, directores y colaboradores en los diversos servicios administrativos y pastorales de la Diócesis, así como los presbíteros y diáconos, a los religiosos y a los laicos su "colaboración paciente y generosa". "Cuando pienso en las personas de las que soy deudor, me descubro insolvente para saldar tantas deudas. ¡Dios os lo pague!", manifestó.

Antes que su "hacer pastoral", Blázquez agradeció "sinceramente vuestro ser cristiano, vuestra fe y participación en la vida de la Iglesia" a las asociaciones, comunidades, movimientos y cofradías, que, según dijo, "todos tienen un lugar en la vida y misión de la Diócesis, que yo he querido reconocer y animar".

Tras asegurar que "nunca el resentimiento ha inspirado" su actuación, reconoció que "esta intención no excluye limitaciones, errores y fallos". Por ello, pidió disculpas "si alguno tiene quejas contra mí". Según reconoció, "quizá haya personas descontentas porque, deseando actuar con la responsabilidad que el ministerio episcopal me exigía, he sentido la obligación de no avalar ciertas propuestas o de cambiar determinadas cosas". He querido siempre que el diálogo y las razones aducidas abrieran el camino de la decisión", subrayó.

El preconizado arzobispo de Valladolid dijo que la Diócesis de Bilbao ha sido su "dedicación noche y día, dentro y fuera, a tiempo completo y poniendo en juego todas mis fuerzas" y pidió a Dios que "nos otorgue definitivamente la paz plena, que ardientemente ansía nuestra sociedad".

Por otro lado, tuvo un recuerdo especial "para los obispos Luis-María y Carmelo", el primero que le acogió "como el hermano mayor al pequeño y me acompañó en los primeros pasos" y el segundo "siempre colaborador fiel y entrañable amigo".

También manifiesto su reconocimiento a el obispo auxiliar de Bilbao Mario Iceta "por su colaboración leal, generosa y dinámica" y porque "es un regalo de Dios a nuestra Diócesis". Según Decreto de la Congregación para los Obispos ha sido nombrado por el Papa Benedicto XVI Administrador Apostólico "sede vacante" de la Diócesis de Bilbao, que comenzará a ejercer a partir del próximo día 17 de abril. "Mario sabe que me tiene a su disposición, si en algo puedo ayudarle. Pido a todos vosotros el afecto y la colaboración con él", añadió.

Por otra parte, dijo estar impresionado por las manifestaciones de "gratitud y cordialidad" que le han dispensado desde el día que se hizo público su nombramiento para Valladolid.

"Consideradme como vuestro amigo. Yo dejo aquí parte de mi vida, no sólo como tiempo empleado sino sobre todo como alma que se ha repartido. Habéis marcado una huella imborrable en mi corazón. Vuestra memoria me acompañará siempre", concluyó.