La ministra del Medio Ambiente de Brasil, Marina Silva. - Fabio Rodrigues-Pozzebom/Agencia / DPA
MADRID, 6 Nov. (EUROPA PRESS) -
Casi 100 científicos han pedido a los líderes mundiales detener la "expansión descontrolada de biocombustibles derivados de cultivos debido a sus impactos ambientales y sociales potencialmente devastadores". Entre ellos hay catedráticos de la Universidad Rey Juan Carlos (URJC) de Madrid, investigadores de la Universidad de Cambridge (Reino Unido) y profesionales del Centro Nacional para la Investigación Científica (Francia), entre otros.
Esta petición llega a través de una carta abierta y antes del inicio de la Conferencia de las Naciones Unidas sobre el Cambio Climático de 2025 (COP30) este jueves en Belém (Brasil), donde se espera que Brasil presente un compromiso global que duplicaría el uso de biocombustibles "sostenibles", como parte central de su agenda climática.
A lo largo del texto, los científicos han explicado que el cultivo de plantas para la producción de combustible ocupa "32 millones de hectáreas, una superficie similar a la de Italia, para cubrir tan solo el 4% de la demanda de combustible para el transporte". "Para 2030, esta cifra podría ascender a 52 millones de hectáreas, aproximadamente la superficie de Francia", han advertido.
Además, han señalado que los biocombustibles derivados de cultivos emiten de media "un 16% más de dióxido de carbono (CO2)" que los combustibles fósiles una vez que se consideran los impactos del cambio de uso de la tierra. En este sentido, han añadido que estos mismos cultivos --en especial, la soja y el aceite de palma-- podrían alimentar "a 1.300 millones de personas"
En este marco, han avisado de que la expansión de los biocombustibles derivados de cultivos podría aumentar las emisiones totales de gases de efecto invernadero en lugar de reducirlas una vez considerados el cambio de uso de la tierra, la deforestación y otros efectos indirectos. Además, también han advertido que la producción a gran escala de estos materiales conlleva el riesgo de "degradar los ecosistemas, desplazar comunidades y ejercer una presión adicional sobre el suministro mundial de alimentos".