La Iglesia atendió a más de 4 millones de personas en 2020, más de la mitad de ellas por la pobreza consecuencia de la crisis de coronavirus
MADRID, 11 May. (EUROPA PRESS) -
La economía de las diócesis españolas se ha "resentido" durante el primer año de la pandemia ya que "casi la mitad de ellas presentan déficit", según consta en la Memoria Económica de la Iglesia española correspondiente al año 2020, presentada este jueves por el secretario general y portavoz de la Conferencia Episcopal Española (CEE), Luis Argüello, y la directora de la Oficina de Transparencia de la CEE, Ester Martín.
La CEE achaca esta situación a la "disminución de las aportaciones voluntarias" en un 7%, que son la "principal" vía de ingresos de las diócesis, y que cayeron como consecuencia de las restricciones registradas durante la crisis sanitaria.
Argüello ha recordado que en este periodo se perdieron celebraciones y la asistencia presencial a estas fue menor a la habitual una vez comenzó a establecerse la 'nueva normalidad'. También ha recordado la influencia del "legítimo miedo" que muchas personas sufrieron en ese año a la hora de participar en ceremonias grupales.
No obstante, la memoria señala que los sacerdotes, religiosos y seglares dedicaron en 2020 más de 41 millones de horas a la actividad pastoral de la Iglesia: acompañamiento, catequesis, formación o celebraciones.
En todo caso, ha recalcado que 2020 fue un ejercicio "muy marcado por la pandemia", que ha afectado a la economía de la CEE, de las diócesis y de las parroquias, ya sea por la reducción de ceremonias, por la bajada de las aportaciones individuales y por la anulación de actividades, como por la ejecución de un mayor gasto que se destinó a la ayuda de las personas afectadas por esta coyuntura.
LA INFLACIÓN DE 2022 TAMBIÉN AFECTA A LA IGLESIA
Esta situación, según ha explicado, ha mejorado en 2021, aunque ha apuntado que tras la pandemia, en 2022, se ha entrado en una nueva crisis que también está afectando a la Iglesia española. "La inflación la sufrimos todos", ha apuntado, antes de añadir que también están notando en la actualidad un nuevo repunte de las peticiones de ayuda.
En el primer año de la pandemia, la Iglesia Católica atendió a más de cuatro millones de personas, más de la mitad de ellas (alrededor de 2,3 millones) en acciones para mitigar la pobreza como consecuencia de la pandemia, según recoge la Memoria.
Por otro lado, la memoria recoge que los sacerdotes, religiosos y seglares dedicaron en 2020 más de 41 millones de horas a la actividad pastoral de la Iglesia: acompañamiento, catequesis, formación o celebraciones.
En cuanto a las contribuciones a través de la asignación tributaria en el IRPF, la Iglesia Católica recibió un total de 297.680.216 euros. Aunque se trata de una cifra menor que la de 2019, Argüello ha destacado que es "la segunda cifra más alta desde el comienzo de esta asignación". Esta cifra supone un 23% del total de la financiación que recibe la institución, según ha indicado Martín.
La responsable de Transparencia de la CEE ha explicado, además, que en 2020 se han contabilizado más de 40.000 nuevos declarantes a favor de la institución, registrándose un aumento de participación en 8 de las 17 comunidades autónomas, especialmente en Andalucía, Madrid, Castilla-La Mancha y Canarias.
EL "VALOR ECONÓMICO" DE LA IGLESIA
Otro de los datos que ha destacado Martín sobre la labor de la Iglesia española en este año es el "valor económico" que esta genera a través de su actividad asistencial y que alcanza los 589.629.655 euros. Se trata, según ha apuntado la CEE, de "un presupuesto mayor que la tercera comunidad autónoma en el ranking de gastos de actividades asistenciales".
Dentro de este campo, la institución ha destacado el papel de dos organizaciones de la Iglesia dedicadas a la ayuda a los más necesitados: Cáritas y Manos Unidas. Juntas, según ha informado, destinaron en 2020 415.848.464 euros al cumplimiento de sus fines.
Sobre los proyectos de la Iglesia, Martín ha señalado que se pusieron en marcha unas 680 acciones nuevas dentro de las nuevas necesidades generados por la crisis sanitaria de la Covid-19, como programas de ayuda, teléfonos de atención o cesiones y espacios. Consecuencia de la pandemia fue, por ejemplo, el aumento de un 67% del número de capellanes en hospitales y lugares de atención a contagiados durante la pandemia.
Mientras, otras actividades que la Iglesia desarrolla "desde hace siglos", como es la educativa, ha crecido, con respecto a 2019, en 1.400 alumnos más registrados en los colegios promovidos por órdenes y congregaciones religiosas, diócesis y otras instituciones eclesiales, que suman ya 1.525.215 alumnos. A estos hay que sumar los más de 40.000 que se atienden en centros de educación especial. Así, la memoria recoge que los 2.419 centros concertados suponen un ahorro al Estado de 3.895 millones de euros.
En el ámbito universitario, las 15 universidades vinculadas con la Iglesia dan clase a 121.925 alumnos, de ellos 97.897 son alumnos de grado y 24.028 de alumnos de posgrado.
500 PROYECTOS DE REHABILITACIÓN
Por otra parte, y en relación al patrimonio, a su cuidado y conservación, Martín ha explicado que, durante 2020, han recibido ayuda económica de la asignación tributaria 44 proyectos de construcción de templos y 427 proyectos de rehabilitación del patrimonio con un importe total de 52.174.627,88 euros.
En este sentido, desde la CEE han señalado que, en los últimos 8 años la Iglesia ha destinado 511.547.073,86 euros a la conservación y rehabilitación del patrimonio eclesial, que en muchos casos es fuente de beneficio social y económico para todos.
