TARRAGONA, 12 Jul. (OTR/PRESS) -
De nada le sirvió a Luigi D.G., el joven que presuntamente mató a golpes su hijastro de apenas un año tras hacerle perder una partida a la PlayStation, alegar que estaba trastornado mentalmente por su adicción al sangriento videojuego 'Mortal Kombat'. El tribunal popular le declaró hoy culpable como autor de un asesinato con alevosía. El jurado dio a conocer hoy el veredicto que adoptó de manera unánime y el único punto en el que ha discrepado es en si el juego de la videoconsola con el que jugaba el joven, de 19 años, era de violencia extrema.
Tras cuatro jornadas de juicio, en el que ha declarado la madre del bebé asesinado, la madre del asesino, amigos de la familia y el propio asesino, el juzgado estima que Luigi, que mató a golpes a su hijastro de apenas un año de edad después de que el niño tocara botón del mando de la videoconsola y le hiciera perder una partida, es culpable de asesinato.
Tras la lectura del veredicto, el Ministerio Fiscal elevó de 20 a 24 años de prisión la pena de prisión solicitada por un delito de asesinato con las agravantes de alevosía, ensañamiento y parentesco, así como una indemnización de 95.000 euros para la madre del bebé, la misma cantidad solicitada por las acusaciones particular y popular, que mantuvieron su petición de 25 años de cárcel.
El único punto en el que hubo discrepancia entre los miembros del jurado es si el juego con el que jugaba el joven, de 19 años --'Mortal Kombat' el que la sangre está constantemente en pantalla y que incluye descuartizamientos o decapitaciones-- era de violencia extrema o no. Siete de los miembros han votado en contra y dos a favor, por lo que no queda demostrado que su comportamiento con el bebé fuera fruto de la violencia del juego.
Por otra parte, el jurado no se pronunció sobre si Luigi D. tenía las facultades mentales alteradas en el momento de los hechos. En la jornada de ayer declararon los forenses que negaron que el acusado sufriera ningún tipo de trastorno por su adicción a la videoconsola.
LA DEFENSA PIDE HOMIDICIO IMPRUDENTE
Tras conocer el veredicto, la defensa ratificó su petición de un año de prisión por un delito de homicidio imprudente --o dos años por el mismo delito en concurrencia con uno de lesiones--, ya que sostiene que el joven tenía las facultades mentales "alteradas" en el momento de los hechos por su adicción a la videoconsola. Una teoría que defendió el propio acusado e incluso su madre que durante el juicio afirmó que el joven estaba horas jugando, incluso hasta las seis de la madrugada, y que se ponía muy nervioso. "Dormía poco y jugaba mucho", afirmó la mujer, que también negó que su hijo fuera violento.
Ayer, durante su turno de última palabra, el acusado volvió a reiterar el arrepentimiento ya declarado en las sesiones anteriores. Manifestó que "quería mucho" al bebé y que estaba "muy arrepentido". "Nadie mata a un ser amado así como así", agregó, aprovechando su derecho también para pedir perdón a los familiares de la víctima, que hoy no acudieron al juicio pero que en otras jornadas protagonizaron altercados. "Ustedes sólo ven al asesino, pero nadie sabe cómo sufro yo. Casi me es imposible vivir con esto y cada vez va quedando menos de mí. Siempre llevaré esta pena dentro", lamentó.
