Diego Lerman teje una "road movie doméstica" como huída de la violencia machista en el filme 'Refugiado'

Diego Lerman, director de Refugiados
EUROPA PRESS
Actualizado: sábado, 7 marzo 2015 16:03

MADRID, 7 Mar. (EUROPA PRESS) -

El argentino Diego Lerman dirige 'Refugiado', una cinta que el propio cineasta describe como una "road movie doméstica" en la que sus protagonistas, una madre y su hijo, huyen de la violencia machista del marido.

"Social, subjetiva, íntima y singular". Lerman lanza varios adjetivos para sintetizar en pocas palabras la intención y el resultado final de esta película, una cinta que llega este viernes a los cines españoles y en la que el peso de la denuncia es tan fuerte como la delicadeza a la hora de abordar la violencia, según ha explicado durante una entrevista concedida a Europa Press.

La historia que aquí se cuenta, un viaje de una madre y su pequeño con tintes de thriller y también de introspección, parte de un hecho social. Tal y como ha recordado, el detonante y el "shock" fue un suceso que sucedió a las puertas de la productora en la que trabajaba, donde un día encontró sangre, policías y periodistas: un hombre disfrazado había intentado matar a su mujer.

La reacción de Lerman fue buscar, documentarse, entrevistar a las protagonistas de estas tragedias y sumergirse en un mundo desconocido que ahora plasma a través de una madre joven y Matías, un niño que cuestiona el mundo adulto y ofrece una mirada "fresca", "inocente y sabia a la vez" que el director buscaba desde hacía tiempo.

Su obsesión por trabajar con un pequeño ha tenido como resultado un fresco de la "espontaneidad" y de un lugar "único e irrepetible" que solo se consigue con la mirada de un niño, pero lejos de ser fruto de la casualidad, Lerman confiesa que le llevó casi un año de preparativos.

Según relata, lo primero fue enseñarle que no tenía que mirar a la cámara. Él "nunca sabía lo que venía después" y tampoco se aprendía el texto "de antemano", sino durante la escena. Para no saturar ni perder el efecto sorpresa, recurrieron a otro niño con el que hacer las pruebas de escena y de luz.

A esto se unió el orden cronológico del rodaje y la disposición del director de 'Refugiado' incluso a "suspender días de rodaje" si era necesario. No hizo falta y finalmente consiguió terminar por primera vez una película "antes de lo previsto".

VIOLENCIA: "FUERA DE CAMPO"

Diego Lerman tuvo una clara intención en esta película: "Intentar ir más allá y ver qué pasa después de la violencia, qué sucede con una mujer en esa situación, qué se debate, qué cosas siente, más que los golpes en sí mismos".

En este sentido, critica que la televisión está "inundada de violencia y vaciada, como si más que generar algo generase espectáculo, más que reacción". En esta línea, hace referencia también a la "pornografía amarillista" de los medios de comunicación, en su empeño por conocer todos los detalles.

Eso no le interesó y puso su foco en dejar la violencia fuera de campo, aunque presente, para acercarse a la realidad a través de testimonios. De hecho, ha recordado Lerman, durante las entrevistas que realizó para documentarse muchas mujeres le dijeron que "lo menos traumático eran los golpes y lo más preocupante la espera y la incertidumbre". "Muchas veces la violencia psicológica era más poderosa y traumática que los golpes que recibían", ha dicho.

La voz y los miedos son algunos de los pocos elementos a través de los cuales el espectador puede imaginar un retrato del maltratador, un motivo que también obedece a su intención de evitar la violencia explícita y mantener "fuera de campo". "Era más interesante no mostrar la cara, es un personaje omnipresente, genera cosas y tiene lógica interna, pero quería centrarme en la madre y el hijo", ha explicado.