MADRID 11 May. (EUROPA PRESS) -
La exdirectora de una clínica de Planned Parenthood en EEUU, donde se practican abortos, y actual activista provida, Abby Johnson, ha propuesto que en España la ley establezca que las mujeres que vayan a una clínica a interrumpir su embarazo tengan que ver una ecografía del feto "para que se den cuenta de que lo que llevan dentro es un bebé y cambien de opinión".
"En EEUU nos hemos dado cuenta de que ayuda mucho hacer ecografías y que las madres las vean. Cuando deciden abortar necesitan psicológicamente pensar que lo que están abortando no es un bebé, pero cuando ven que es un ser vivo algunas cambian de opinión. Por tanto, introducir las ecografías como parte del procedimiento dentro de la legislación sería muy bueno", ha indicado en una entrevista con Europa Press, con motivo de su visita a España invitada por HazteOir.org.
Johnson considera que en España el sector del aborto "no está demasiado regulado" y sugiere introducir algunas cuestiones en la legislación como, por ejemplo, que los abortos a partir de las 14 semanas deban practicarse en hospitales y que, desde la semana 16 no se puedan realizar.
Según apunta, en EEUU la ley no prohíbe los abortos completamente pero admite que se han producido "pequeños cambios" que han hecho que "algunas clínicas hayan sido cerradas, que algunas mujeres hayan cambiado de opinión y que, poco a poco, se esté pasando de una cultura a favor de la muerte a una a favor de la vida".
También cree que en España sería "muy útil" explicar "abiertamente" al público "cuáles son los males del aborto para las mujeres y los bebés y cuáles son las opciones de que disponen las mujeres".
Johnson trabajó durante ocho años en una clínica de Planned Parenthood, una fundación que ella define como "el abortorio más grande de EEUU" pues, según precisa, en sus clínicas se realizan "330.000 abortos de los 1,2 millones que se practican en EEUU todos los años".
DE ESTAR A FAVOR DEL ABORTO A SER LÍDER PROVIDA
La joven llegó a ser directora de uno de los centros en Texas y estaba "a favor del aborto" pues cuando empezó a trabajar le dijeron que estaban "ayudando a las mujeres" y creía que "las mujeres necesitaban una opción legal y segura cuando se encontraban en esa situación". "Para mí aquello era un mal necesario", explica.
"Cuando empecé a trabajar pensaba: '¡Caramba! Cuántos abortos estamos practicando' y me mostraba un poco cauta. Pero cuando pasó un tiempo pensaba: 'Cuantas más mujeres puedan abortar mejor, en el sentido de que cuantas más mujeres podamos ayudar mejor'", señala.
Sin embargo, un día entró en una de las salas donde practicaban abortos y en la ecografía que le estaban realizando a una mujer a punto de abortar vio "cómo el niño empezaba a luchar por su vida". "Me di cuenta de que esos niños a los que nosotros estábamos matando estaban llenos de humanidad, estaban vivos", exclama.
Ese mismo día decidió que tenía que dejar su trabajo y comenzó a contar "lo que realmente pasaba dentro de esas clínicas, cuál era el trato que recibían las madres, un trato malo, qué le pasaba a una mujer cuando entraba y qué le sucedía al bebé en el momento del aborto".
OTRAS OPCIONES
Johnson asegura que "muchas mujeres quieren abortar porque consideran que no hay ninguna otra opción". Por ello, recuerda "que hay grupos que las pueden ayudar durante el embarazo y una vez que han tenido al bebé", las anima a conocer "datos concretos sobre su bebé" y les advierte de que "el aborto va a estar con ellas el resto de su vida, que no es una solución rápida y fácil para una crisis que están teniendo en esos momentos sino que va a crear una crisis posterior en su mente y espíritu".
Por otro lado, ha lanzado un mensaje a los trabajadores de las clínicas donde se practican abortos para decirles que "merecen trabajar en otros lugares donde apoyen la vida". En este sentido, ha creado una organización en EEUU para ayudar a los empleados a dejar estos centros y, a día de hoy, ha logrado que 154.000 trabajadores hayan dejado este empleo.