VITORIA, 21 Feb. (EUROPA PRESS) -
La Fiscalía de Álava ha elevado hasta los 22 años y seis meses de prisión --dos años y medio más que lo que solicitaba inicialmente-- la condena que solicita para el presunto asesino de Margarita, la mujer que fue asesinada y descuartizada en junio de 2016 en Vitoria. El Ministerio Público, que inicialmente atribuía al acusado un delito de asesinato con alevosía, ha introducido ahora el agravante de ensañamiento, al considerar que el autor confeso del crimen buscó de forma "deliberada" aumentar el sufrimiento causado a la víctima.
La decisión de la Fiscalía de endurecer la condena solicitada por el asesinato de Margarita ha motivado el aplazamiento del juicio -cuya conclusión estaba prevista para este jueves-- hasta este próximo viernes, con el fin de que la abogada del acusado pueda preparar su defensa ante los cambios introducidos en la calificación del Ministerio Público.
De esa forma, la deliberación del jurado -que iba a iniciarse este mismo jueves-- no comenzará hasta el próximo lunes, según ha decidido Jaime Tapia, el presidente del tribunal que juzga este caso en la Audiencia Provincial de Álava.
La Fiscalía ha argumentado su decisión de modificar al alza su calificación de los hechos en que las heridas causadas por el acusado a Margarita -que fue golpeada con una especie de maza-- "superan con mucho las necesarias para causar la muerte", lo que "incrementó de forma innecesaria el sufrimiento y el dolor de la víctima". Todo ello, según el Ministerio Público, fue "buscado deliberadamente" por el causado.
La fiscal solicitaba inicialmente que el presunto asesino, que en el momento de los hechos tenía 43 años, fuera condenado a 20 años de cárcel por un delito de asesinato con alevosía. Además, reclamaba una indemnización de 100.000 euros para cada uno de los dos hijos de la mujer asesinada.
INDEMNIZACIÓN
El Ministerio Público ha añadido ahora a su calificación el agravante de ensañamiento, y eleva hasta los 22 años y medio de cárcel la condena solicitada para el acusado. La Fiscalía ha mantenido en 100.000 euros la indemnización que reclama al acusado para cada uno de los hijos de Margarita.
El crimen se produjo el 15 de junio de 2016, cuando el acusado y la víctima, una mujer de 60 años con la que el presunto asesino mantenía una relación de amistad, iniciaron una discusión en una vivienda del Casco Viejo de Vitoria, en la que residía el hombre.
En un momento dado, según se recoge en el escrito de calificación de la Fiscalía, el acusado golpeó a la mujer "con la intención de acabar con su vida". Al no haber conseguido su propósito en este primer intento, el acusado habría atado a la mujer con un cable para inmovilizarla.
"INDEFENSIÓN"
Posteriormente, y "persistiendo en la intención de acabar con su vida", aprovechó el aturdimiento de su víctima, que se encontraba en situación de "indefensión", para propinarle múltiples golpes con un objeto romo en la cara, cabeza y resto del cuerpo, hasta acabar con la vida de la mujer.
El escrito de la Fiscalía señala que, en las horas posteriores, el acusado descuartizó el cadáver "con la intención de hacerlo desaparecer", para lo que empleó diversas herramientas cortantes, entre ellas, una sierra y un cuchillo.
El Ministerio Público añade en su calificación que unos días después, entre el 16 y el 20 de junio, el acusado se deshizo de los restos mortales de su víctima, trasladándolos en diversos viajes, en bolsas o mochilas, hasta el cauce del río Zadorra, a su paso por Abetxuko, en Vitoria.
El cadáver fue hallado en el río Zadorra el 21 de junio de 2016, junto con la mayoría de los objetos presuntamente empleados por el acusado para cometer el crimen.
El presunto asesino tiene diagnosticado un trastorno de personalidad y de dependencia al alcohol y el cannabis. No obstante, la Fiscalía considera que "en relación a los hechos" objeto de juicio, "poseía unas facultades intelectivas y volitivas conservadas en grado suficiente para entender y querer sus actos, sin pérdida de noción de la realidad".