MADRID, 9 May. (EUROPA PRESS) -
Hoy comienza en la Audiencia Provincial de Madrid el juicio contra Noelia de Mingo, la médico residente del la Fundación Jiménez Díaz de Madrid que, en un brote de esquizofrenia, mató a puñaladas a tres personas -una doctora, un paciente y un familiar de paciente- e hirió a otras cinco en el año 2003. La acusación particular pedirá que se implique en el caso a la propia Fundación por tratarse de hechos "previsibles y evitables".
Los hechos sucedieron el 3 de abril del año 2003, cuando la doctora residente cogió un cuchillo de 15 centímetros de hoja y recorrió la planta apuñalando a todo el que se cruzó a su paso. De Mingo asesinó a tres personas: Leilah El Ouamaari, de 27 años y de nacionalidad francesa, médico residente en el mismo servicio que De Mingo; Jacinta Gómez, que se encontraba en el pasillo hablando por teléfono con su hijo y Félix Vallés, el marido de una paciente que iba a ser intervenida de corazón. Además resultaron heridas cinco personas.
La fiscalía pide 65 años y 11 meses de prisión o su ingreso en un centro psiquiátrico por el mismo período de tiempo. Paralelamente solicita una indemnización de 757.892 euros para las víctimas aunque señala a la Fundación Jiménez Díaz y la aseguradora Mapfre como responsables subsidiarios. Todo ello por tres delitos de asesinato, cuatro tentativas, dos de lesiones y una falta de lesiones con la eximente incompleta de enajenación mental y la agravante de alevosía.
La acusación particular eleva la pena solicitada hasta los 84 años porque, según explicó el abogado que representa a las tres familias afectadas, la fiscalía califica de falta un apuñalamiento que sufrió una de las doctoras afectadas, mientras que ellos lo consideran otra tentativa de asesinato.
MENOS DE LOS QUE DEBERÍAN
Además la acusación particular pedirá la condena de la dirección del hospital como responsable de los hechos porque en su opinión, "eran previsibles y evitables". En ese sentido, lamentó que no se vayan a sentar en el banquillo "todos los que debieran estar" sino únicamente la autora material de los hechos que además "previsiblemente saldrá absuelta por una enajenación mental en el momento de cometer los hechos".
Según se supo tras sucederse la tragedia, Noelia de Mingo llevaba varios días sin tomar la medicación para su grave patología mental. Sin duda uno de los puntos más controvertidos de este caso será la determinación de la responsabilidad del centro y hasta qué punto los superiores tenían conocimiento del estado en que se encontraba.
Algunos de sus compañeros aseguraron en su día que habían observado cosas raras en ella como que se reía sola o que escribía sin tener encendido el ordenador. De hecho, el novio de Leilah El Ouamaari fue muy contundente al subrayar que Leilah temía por los pacientes a los que veía Noelia.
