BARCELONA, 1 Mar. (EUROPA PRESS) -
El técnico jefe de las Brigadas de Refuerzo en Incendios Forestales (Brif) del Ministerio de Medio Ambiente, Raúl Vicente, que trabajó en el incendio de Horta de Sant Joan (Tarragona) con el Grupo de Actuaciones Forestales (Graf) de Barcelona y Lleida, aclaró hoy que se marcharon del flanco izquierdo del fuego porque estaban "en situación de riesgo", ya que la zona segura no era suficiente, y aclaró que sí avisó de su evacuación.
En su declaración en la comisión de investigación parlamentaria, aseguró que cuando vieron la zona segura del Graf pensaron que no lo era, y apuntó que sí avisaron de que iban del lugar a algunos bomberos. "Lo deseable hubiera sido perder mi tiempo para buscar al sargento Herrera --el jefe de Graf Barcelona--, pero pienso que si lo comunico a su gente ya están avisados", apuntó.
Así, añadió que otra cosa es que Herrera no oyera los gritos de evacuación de los Brif y que sus bomberos no se lo comunicaran después.
Hizo estas declaraciones después de que el jefe de Graf Barcelona, Joan Herrera, criticara en su paso por el Parlament catalán que las Brif se fueran sin avisar y que no les alertaran si el incendio era tan peligroso.
Al inicio de su declaración, dio una explicación técnica de su decisión de evacuar el frente del incendio aunque justo después rompió a llorar al dirigirse al único superviviente del Graf de Lleida, Josep Pallàs, al que le dio ánimos y fuerza, y le pidió perdón a las familias, lo que obligó a suspender cinco minutos la sesión.
ESFUERZO POR CONOCERSE
Vicente opinó que el incendio "fue una tragedia y la tragedia está ahí", aunque hay algo que se está "haciendo mal" ahora, meses después, por lo que pidió al Cuerpo de Bomberos que se retome "un norte lúcido" para que no vuelva a ocurrir. Así, pidió hacer un esfuerzo por conocerse mejor entre diferentes cuerpos de emergencia "porque seguro que haría el trabajo más eficiente".
Respecto a que se llevaran combustible del Graf para sus motosierras, señaló que lo normal, si la logística del incendio funciona, es que se les facilite combustible cuando a ellos se le acaba. "Yo vi la garrafa, nosotros la llenamos pero quedaba todavía, porque allí había gasóleo para dos días", aclaró.
Ellos llevaban una emisora con banda aérea y otras de comunicación interna, y su oficial de enlace, Pau Costa, era quien les informaba del transcurso del incendio, y no siempre estuvieron con él. "Estábamos cerca pero no nos veíamos", dijo Vicente, que añadió que, por ello, en momentos perdieron su comunicación con el mando.
LA ZONA SEGURA DEBÍA SER MÁS AMPLIA
Al principio de su intervención, aseguró que la zona segura que había establecido los Graf "no lo era" porque la zona que los rodeaba eran árboles de copa altos que todavía no habían quemado y quedaba mucho combustible. Según él, para las características de este incendio y para soportar un fuego de copas hubiera sido necesaria un área de 2.500 metros cuadrados cuando la zona segura tenía 200.
Además, se trataba de un fuego con un "alto potencial de retorno", lo que significa que había mucha superficie a medio quemar por donde podía volver a pasar el fuego. La retirada de medios aéreos y que la zona segura real estuviera lejos, hacía que esa zona, a su entender, no fuera segura.
Según explicó Vicente, su posición --más arriba de donde supuestamente estaban las llamas del fuego que se habían reproducido-- y la hora, de máximo calor -las 15 horas--, también fueron determinantes para decidir irse del lugar, y también que en el protocolo de seguridad de las Brif nunca hacen zona segura sino que buscan una y si hace falta la amplían.
Explicó que su evacuación por la línea de mangueras les llevó por una vía diferente a la vía de escape que tenían prevista, hasta llegar a las autobombas de Mataró, por lo que al encontrarse en una zona desconocida, decidieron pedir la evacuación aérea y allí realizaron una zona para permitir a los helicópteros aterrizar.
Vicente aseguró que las condiciones meteorológicas empeoraron al mediodía, pero "nunca fueron buenas". Al llegar al incendio la mañana del día 21 de julio fueron al Centro de Mando Avanzado, donde hablaron con el jefe de la extinción y después se desplazaron al flanco izquierdo junto con los Graf.
Una vez arriba, se dedicaron con las motosierras a abrir camino para poder extender las líneas de agua, y estuvieron repasando la zona para asegurar una vía de escape hasta alcanzar la zona segura.