ROMA, 14 Oct. (EUROPA PRESS) -
El arzobispo de Burkina Faso, Philippe Nakellentuba Ouédraogo, ha subrayado que en el círculo menor de francés, uno de los 13 grupos lingüísticos en los que se subdividen los más de 330 participantes del Sínodo de Obispos de la Familia, se ha evidenciado "la perspectiva fuertemente occidental" del Instrumentum Laboris, el documento preparatorio para esta segunda asamblea eclesial sobre la familia.
Ouédraogo, que ha definido las segundas nupcias de Occidente como una forma de "poligamia sucesiva" durante el habitual briefing tras los debates del Sínodo, ha lamentado que el debate sobre la comunión de los divorciados vueltos a casar haya copado el debate en Occidente. Así, ha planteado en los países de mayoría musulmana surgen otros problemas que también necesitan una respuesta clara por parte de la Iglesia católica.
"Hay personas en África que viven en poligamia, pero quieren recibir los sacramentos ¿qué les decimos?, ¿cómo los acogemos? Son problemas no occidentales, pero que también necesitan solución", ha explicado.
Por otro lado, ha señalado que la disposición pastoral hacia los problemas de las familias en función de las áreas culturales es fundamental y ha señalado que el Sínodo no sirve para estar de acuerdo o no con los valores de los demás, sino para contemplar el Evangelio y la mirada de Cristo sobre la familia.
AMBIENTE DEL SÍNODO
Al margen de la sesiones del Sínodo, la filtración a la prensa de supuestas" críticas de varios cardenales a la metodología del Sínodo y contra la decisión del Papa de elegir a los cardenales que elaboraran el documento final ha causado "confusión" y desazón en el Vaticano.
En la prensa italiana se menciona estos días un supuesto complot contra el Papa que no solo estaría encabezado por prelados del Vaticano sino también por poderes fácticos económicos y hasta políticos. Algunos expertos vaticanistas recuerdan en las editoriales el efecto Vatileaks, cuando las cartas del Vaticano acababan por filtrarse a la prensa.
En cualquier caso, el arzobispo de Westminster, cardenal Vincent Nichols ha reiterado que el ambiente del Sínodo es muy positivo y hasta ha reseñado que los participantes no son "solo compañeros de trabajo". "Estamos creciendo en amistad", ha destacado.
Asimismo, ha señalado que el Instrumentum Laboris necesita ser reestructurado, faltan más temas teológicos. "Hemos tenido unas sugerencias creativas", ha relatado. Además, ha planteado que el Papa "estableció el año de la misericordia para acoger las reflexiones del Sínodo de la Familia".
El presidente del CELAM, el cardenal Rubén Salazar Gómez, ha destacado finalmente la importancia de la familia para la Iglesia y la sociedad. Al explicar la importancia del Sínodo, ha resaltado que los padres sinodales han tomado conciencia "de que la familia es la célula vital, fundamental de la Iglesia y de la sociedad" y que la Iglesia "está para servir a la sociedad" y por tanto "tiene que tratar de acercarse a la familia".
Por otro lado, ha puesto en valor en el Sínodo la proposición de crear delegaciones regionales representativas que se inserten en la metodología del Sínodo para que en las asambleas eclesiales en lugar de hablar un padre sinodal de manera personal "se hablara en un sentido más continental y no tan personalista".
Además, ha explicado que hasta este momentos los propios padres sinodales no saben si el documento en el que están trabajando "será publicado inmediatamente o si servirá para que el Papa redacte una exhortación apostólica". "Es un momento muy importante para la iglesia que está escuchando las voces de las familias", ha añadido.
Sobre el ambiente en el Sínodo, Salazar ha remarcado que la discusión es "fraterna y ágil" y ha subrayado que se está desarrollando con "mucha libertad". "Hay posiciones diversas, se constata que hay sensibilidades diversas, pero fundamentalmente prevalece el deseo de mostrar la belleza de la familia", ha concluido.
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