El Papa anima, en Cuaresma, a "romper las cadenas del individualismo" y a dejar de lado lo "superficial"

El Papa Francisco.
El Papa Francisco. - Evandro Inetti/ZUMA Press Wire/d / DPA
Publicado: miércoles, 22 febrero 2023 19:55

ROMA, 22 Feb. (EUROPA PRESS) -

El Papa Francisco ha animado a aprovechar el tiempo de Cuaresma para "salir del baluarte del yo cerrado" y "romper las cadenas del individualismo", este miércoles, en su homilía durante la misa con el rito de bendición e imposición de las Cenizas, con el que se inicia el tiempo de Cuaresma.

"La Cuaresma es el tiempo favorable para reavivar nuestras relaciones con Dios y con los demás; para abrirnos en el silencio a la oración y a salir del baluarte de nuestro yo cerrado; para romper las cadenas del individualismo y redescubrir, a través del encuentro y la escucha, quién es el que camina a nuestro lado cada día, y volver a aprender a amarlo como hermano o hermana", ha subrayado.

Como cada año, la celebración litúrgica del Miércoles de Ceniza se ha realizado con la procesión penitencial, el canto de las letanías de los Santos desde la iglesia de San Anselmo hasta la Basílica de Santa Sabina en Roma.

En su homilía, el Pontífice también ha destacado que "la Cuaresma ciertamente es el tiempo favorable para volver a lo esencial" y que "el rito de la ceniza introduce en este camino de regreso. "Nos invita a volver a lo que realmente somos y a volver a Dios y a los hermanos", ha remarcado.

Asimismo, ha indicado que la Cuaresma es el tiempo para recordar "quién es el Creador y quién la criatura"; para "proclamar que sólo Dios es el Señor". "Para desnudarnos de la pretensión de bastarnos a nosotros mismos y del afán de ponernos en el centro, de ser los primeros de la clase, de pensar que sólo con nuestras capacidades podemos ser protagonistas de la vida y trasformar el mundo que nos rodea", ha insistido.

El Papa ha subrayado que este es el tiempo favorable para "convertirse" y dejar de lado las "distracciones y superficialidades" que "apartan de lo que es importante". "Cuántas veces nos centramos en nuestros deseos o en lo que nos falta, alejándonos del centro del corazón, olvidándonos de abrazar el sentido de nuestro ser en el mundo", ha abundado.

También ha señalado que la Cuaresma es "un tiempo de verdad" para "quitarse las máscaras" y para luchar "contra la falsedad y la hipocresía". "La ceniza que hoy recibimos en la cabeza nos dice que cada presunción de autosuficiencia es falsa y que idolatrar el yo es destructivo y nos encierra en la jaula de la soledad. Nuestra vida, sin embargo, es sobre todo una relación; la hemos recibido de Dios y de nuestros padres, y siempre podemos renovarla y regenerarla gracias al Señor y a aquellos que Él ha puesto junto a nosotros", ha ahondado.

En cuanto a la limosna, la oración y el ayuno, propios de la Cuaresma, el Papa ha advertido de que "a los gestos exteriores debe corresponder siempre la sinceridad del alma y la coherencia de las obras" y no hacerlos solo para buscar la admiración de los demás o el aplauso.

"La limosna no es un gesto rápido para limpiarse la conciencia, sino un tocar con las propias manos y con las propias lágrimas los sufrimientos de los pobres. La oración no es ritualidad, sino diálogo de verdad y amor con el Padre. El ayuno no es un simple sacrificio, sino un gesto fuerte para recordarle a nuestro corazón qué es lo que permanece y qué es lo pasajero", ha explicado.

En su lugar, ha propuesto que la caridad manifieste la "compasión con quien está necesitado"; que la oración dé voz al "deseo de encontrar al Padre" y que el ayuno sea "una gimnasia espiritual para renunciar con alegría a lo que es superfluo y nos sobrecarga".

"Nos han dado cuarenta días favorables para recordarnos que el mundo no se cierra en los estrechos límites de nuestras necesidades personales y para redescubrir la alegría, no en las cosas que se acumulan, sino en el cuidado de aquellos que se encuentran en la necesidad y en la aflicción", ha apuntado el Pontífice. "Se nos ofrecen cuarenta días favorables para reencontrarnos, para frenar la dictadura de las agendas siempre llenas de cosas por hacer; de las pretensiones de un ego cada vez más superficial y engorroso; y de elegir lo que de verdad importa", ha concluido.

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