Actualizado: lunes, 11 febrero 2013 15:33

MADRID, 11 Feb. (EUROPA PRESS) -

El Papa Benedicto XVI dejará el pontificado el próximo 28 de febrero tras casi siete años de pontificado en los que ha legado a la Iglesia católica tres encíclicas publicadas en 2006, 2007 y 2009. De las tres, destaca especialmente la última, publicada en 2009 bajo el título 'Caritas in Veritate', en la que aborda los temas del desarrollo de los pueblos y de las desigualdades sociales en el marco del principio de la crisis económica.

En el documento, explica que, más que un cambio del sistema económico, es necesario un cambio de mentalidad de las personas que actúan en la economía.

Así, señalaba que solo volviendo a "los principios tradicionales de la ética social", tales como "la transparencia, la honestidad y la responsabilidad", pero también en dando espacio al "principio de gratuidad", a la "solidaridad" y a "la lógica del don" en las relaciones mercantiles, se podría construir una economía al servicio del hombre.

Mientras, en la primera de sus cartas a la Iglesia universal 'Deus caritas est' (Dios es amor), el pontífice profundiza en el amor de Dios y pretende "suscitar en el hombre una respuesta" o un "compromiso de amor a Dios", según explica en la introducción de la misma.

Esta primera encíclica está dividida en dos partes. La primera de ellas, está dedicada a "especular" sobre la naturaleza del amor, y del amor divino. En la segunda, explica en qué modo debe manifestarse el amor de Dios a través de la actividad apostólica de la Iglesia y el servicio a los pobres. Según explicó el pontífice al mes de la publicación de 'Caritas in Veritate', estas dos partes "sólo se entienden bien si se ven como una cosa única".

En 2007 Benedicto XVI publicó su segunda encíclica, 'Spe Salvi', con el objetivo de recordar a los cristianos que "sólo puede ser Dios, el Dios que nos ha amado y que nos sigue amando hasta el extremo" el que funde la esperanza en la vida eterna, capaz de resistir "a pesar de todas las desilusiones".

En ella, el sumo pontífice subrayaba la importancia de que los cristianos tengan en cuenta esta realidad. Según Benedicto XVI, la pérdida de esta conciencia hace que, actualmente, muchas personas rechacen la fe, "simplemente porque la vida eterna no les parece algo deseable".

En este sentido, Benedicto XVI plantea la idea de "eternidad" no como algo "interminable" o "un continuo sucederse de días del calendario" sino como "el momento pleno de satisfacción, en el cual la totalidad nos abraza y nosotros abrazamos la totalidad", y donde la persona se sumerge "en el océano del amor infinito, en el cual el tiempo ya no existe".

También critica en ella la idea de "fe en la razón y el progreso" dirigida a tratar de recuperar el "paraíso perdido" fundado en la razón y la libertad. Así, señala que "la ciencia puede contribuir mucho a la humanización del mundo" pero advierte de que también tiene la capacidad de "destruir al hombre y al mundo".

Todas las encíclicas del Papa han sido publicadas en Latín --la lengua oficial de la Iglesia Católica-- y han sido presentadas de forma simultánea en los principales idiomas, entre ellos el Inglés, el Español, el Chino, el Francés, Italiano, Alemán, Portugués, Neerlandés, Polaco, Húngaro y Bielorruso.