El Papa proclama el Jubileo Extraordinario de la Misericordia y que la Iglesia debe ser "soporte" de amor para el mundo

Actualizado: sábado, 11 abril 2015 18:48

ROMA, 11 Abr. (EUROPA PRESS) -

El Papa ha publicado la bula que convoca el Jubileo Extraordinario de la Misericordia, que lleva el título de "Vultus Misericordiae", en la que ha destacado que la Iglesia debe ser "soporte" de amor para el mundo, en una ceremonia solemne celebrada este sábado por la tarde en la Basílica de San Pedro.

"En este Año Jubilar la Iglesia se convierta en el eco de la Palabra de Dios que resuena fuerte y decidida como palabra y gesto de perdón, de soporte, de ayuda, de amor. Nunca se canse de ofrecer misericordia y sea siempre paciente en el confortar y perdonar", ha destacado el pontífice.

Asimismo, ha hecho un llamamiento para que los cristianos reflexionen durante el Jubileo sobre "las obras de misericordia corporales y espirituales"

En el texto, el Papa ha clamado de nuevo contra la violencia organizada y contra las personas ''promotoras o cómplices'' de la corrupción. Así, ha denunciado esta "llaga putrefacta" e ha insistido en que en este Año Santo haya una verdadera conversión: "¡Este es el tiempo oportuno para cambiar de vida! Este es el tiempo para dejarse tocar el corazón. Delante a tantos crímenes cometidos, escuchad el llanto de todas las personas depredadas por vosotros de la vida, de la familia, de los afectos y de la dignidad. Seguir como estáis es sólo fuente de arrogancia, de ilusión y de tristeza. La verdadera vida es algo bien distinto de lo que ahora pensáis. El Papa tiende la mano. Está dispuesto a escucharos. Basta solamente que acojáis la llamada a la conversión y os sometáis a la justicia mientras la Iglesia os ofrece misericordia", ha explicado el Papa.

Francisco ha dedicado la mayor parte del texto ha explicar el sentido esencial de la misericordia y ha destacado que es un tema común a judíos y musulmanes: "Este Año Jubilar vivido en la misericordia pueda favorecer el encuentro con estas religiones y con las otras nobles tradiciones religiosas; nos haga más abiertos al diálogo para conocerlas y comprendernos mejor; elimine toda forma de cerrazón y desprecio, y aleje cualquier forma de violencia y de discriminación", ha subrayado.

La bula además explica algunos aspectos sobresalientes del Jubileo. El documento se detiene en el significado del lema "Misericordiosos como el Padre", el sentido de la peregrinación y sobre todo la necesidad que se encuentra en el punto 15 indica que las obras de misericordia espirituales y corporales deben redescubrirse "para despertar nuestra conciencia, muchas veces aletargada ante el drama de la pobreza, y para entrar todavía más en el corazón del Evangelio, donde los pobres son los privilegiados de la misericordia divina.".

El Año Santo, convocado por Francisco, se celebra no sólo en Roma, sino también en todas las demás diócesis del mundo. La Puerta Santa de la Basílica del Vaticano será abierta por el Papa el 8 de diciembre y el domingo siguiente en todas las iglesias del mundo. Otra de las novedades es que el Papa da la posibilidad de abrir la Puerta Santa también en los santuarios, meta de muchos peregrinos. El extenso documento de 12 páginas y 25 puntos indica que la conclusión del año jubilar tendrá lugar "en la solemnidad litúrgica de Jesucristo Rey del Universo, el 20 de noviembre de 2016".

"En ese día, cerrando la Puerta Santa, tendremos ante todo sentimientos de gratitud y de reconocimiento hacia la Santísima Trinidad por habernos concedido un tiempo extraordinario de gracia. Encomendaremos la vida de la Iglesia, la humanidad entera y el inmenso cosmos a la Señoría de Cristo, esperando que difunda su misericordia como el rocío de la mañana para una fecunda historia, todavía por construir con el compromiso de todos en el próximo futuro", se lee en el texto.

El Obispo de Roma ha detallado además las etapas principales del Jubileo. La apertura coincide con los 50 años de la clausura del Concilio Vaticano II: "La Iglesia siente la necesidad de mantener vivo este evento. Para ella iniciaba un nuevo periodo de su historia. Los Padres reunidos en el Concilio habían percibido intensamente, como un verdadero soplo del Espíritu, la exigencia de hablar de Dios a los hombres de su tiempo en un modo más comprensible. Derrumbadas las murallas que por mucho tiempo habían recluido la Iglesia en una ciudadela privilegiada, había llegado el tiempo de anunciar el Evangelio de un modo nuevo'', ha descrito.