MADRID, 13 Mar. (EUROPA PRESS) -
El portavoz del PP en el Congreso, Alfonso Alonso, ha rechazado cualquier medida unilateral que pueda modificar el Tratado Schengen, que establece la libre circulación de personas y mercancías en el seno de la UE, después del aviso del presidente de la República francesa, Nicolás Sarkozy, quien este fin de semana aseguró que Francia abandonaría el espacio Schengen con el objetivo de frenar la llegada de inmigrantes, siempre y cuando el Ejecutivo comunitario no adoptase mayores restricciones.
En concreto, Sarkozy realizó estas declaraciones durante un acto electoral en el país galo, para pedir su reelección ante las próximas elecciones presidenciales de primavera.
En rueda de prensa tras la Junta de Portavoces en el Congreso, Alonso ha insistido, por su parte, en que el acuerdo europeo forma parte del Tratado de Lisboa y que, con ello, es de obligado cumplimiento para todos los países de la Unión, incluida Francia.
"Está en el marco en el que estamos suscritos tanto Francia como España", ha enfatizado antes de recordar que hay una comisión de trabajo que se está planteando posibilidades de introducir alguna variación en este ámbito a raíz, precisamente, de peticiones anteriores de Sarkozy.
SON NECESARIAS DECISIONES CONJUNTAS
Es más, ha destacado que si se adopta alguna decisión que pueda variar el contenido del tratado europeo debe realizarse de manera conjunta, en el seno de la UE. "Lo demás supongo que son cuestiones que hacen referencia a la campaña electoral francesa, que no me voy a meter", ha puntualizado.
Finalmente, ha reiterado que este tratado que establece una 'Europa sin fronteras' es un "compromiso de todos" y, en concreto para España "muy importante", ya que forma parte de la frontera de la UE.
La comisaria de Interior de la UE, Cecilia Malmström, también ha advertido ya a al presidente francés de que las reglas de libre circulación de personas y mercancías que regula el acuerdo Schengen están integradas en el Tratado de Lisboa y, por tanto, cualquier cambio en el pacto para una Europa sin fronteras exigiría también una reforma del tratado europeo.
Este acuerdo entró en vigor en la UE en 1995 y tiene como objetivo finalizar los controles fronterizos entre países de la UE. A él están adheridos la mayor parte de los países salvo Noruega, Chipre o Bulgaria, entre otros.
