Concluye sin heridos el operativo para liberar a la mujer y al hijo retenidos por el cabeza de familia en Pontevedra

Actualizado: lunes, 2 mayo 2011 23:12

El hombre había llegado a amenazar con quitarse la vida, pero no llegó a poner en peligro la integridad física de los rehenes

PONTEVEDRA, 2 May. (EUROPA PRESS) -

El hombre armado que desde primera hora de la mañana retenía en el domicilio familiar a su mujer y al hijo de ambos, así como al jefe de ella, en el lugar de Freixeiro, en Pontevedra, fue trasladado a la Comisaría de la Policía Nacional de Pontevedra después de que se entregara y fuese detenido por los agentes que formaban parte del amplio operativo desplegado en la zona.

Agustín V.R., de 41 años, está acusado de un presunto delito de detención ilegal y pasará a disposición policial próximamente.

Durante las nueve horas que duró el suceso, desde aproximadamente las 9.40 horas hasta pasadas las 18.30 horas, cuando la Brigada de Seguridad Ciudadana y Policía Judicial levantó el extenso perímetro de seguridad y vigilancia en torno a la casa donde se produjo el incidente, vecinos de la familia de Agustín V.R. y de Susana V., así como parientes de la mujer, se mantuvieron expectantes en los alrededores. El incidente atrajo la atención durante toda la jornada de numerosos medios de comunicación, también de ámbito estatal.

Los más preocupados y afectados por la situación eran la esposa del jefe de la empresa de electrodomésticos donde trabaja Susana V., y el hermano de ésta. Ambos fueron los primeros en acceder a la vivienda una vez que, sobre las 17.10 horas, Agustín V.R. se entregó de manera voluntaria. Precisamente, el primero en abandonar la casa fue el jefe de la mujer retenida, Manuel Bugallo, quien sobre las 17.15 horas salió escoltado por los agentes en el asiento delantero de un vehículo. Él mismo saludó gestualmente a su cónyuge desde el interior para visibilizar su buen estado de salud.

"PESADILLA"

En ese momento, su esposa expresaba su satisfacción por el desenlace, sin daños personales, de lo que calificó como una "pesadilla". La propia mujer señaló que, antes de que su marido decidiese acceder a la casa para intentar que Agustín V.R. depusiera su actitud, el matrimonio --junto con una nieta de ambos de corta edad-- tenía previsto visitar a la familia, con lo que "ahora estaríamos los tres ahí metidos".

Mecánico de profesión y propietario de un taller en el centro de Pontevedra, Agustín V.R. es aficionado a la caza, por lo que en el momento de atrincherarse en su domicilio con su hijo, su esposa y el jefe de ésta, disponía de al menos seis armas de las que era titular y de las que tenía permiso para su posesión: una carabina, un rifle y cuatro escopetas, según fuentes policiales.

Susana V. lleva trabajando en la empresa de Manuel Bugallo desde siempre, según la mujer del propietario, quien destacó la normalidad de la pareja y atribuyó los hechos a una "acumulación de problemas que desbordaron" a Agustín V.R. Otros vecinos lo achacaron a que el hombre estaba "muy preocupado" por los problemas de salud de los padres de éste. Algunos familiares de su mujer descartaron que el incidente estuviese motivado por dificultades económicas.

AMENAZA DE SUICIDIO

Según el testimonio de la mujer del jefe de la víctima, Agustín V.R. en ningún momento amenazó a las personas que retenía, aunque dejó constar su intención de quitarse la vida. También explicó que los peores momentos del suceso fueron las primeras horas, en las que la situación emocional del hombre era "muy mala", si bien después "se tranquilizó" a medida que continuaron negociando y hablando con él, que persistía en reclamar la presencia de un cuñado con el que mantiene desavenencias familiares.

Un cuarto de hora después de la liberación de Manuel Bugallo salió de la casa una ambulancia del 061. Durante la hora siguiente, otros furgones y coches extraoficiales de la Policía Nacional, del Grupo Operativo Especial de Seguridad (GOES) y Brigada de la Policía Científica de Pontevedra, abandonaron el lugar de Freixeiro, hasta que al final permitieron el acceso hasta la finca, donde se encuentra la casa unifamiliar de granito donde vive la pareja con su hijo de 12 años.

OPERATIVO POLICIAL

La envergadura del suceso requirió la Policía Nacional activara el protocolo de incidentes con rehenes, para lo que se desplazó el jefe de dispositivo de la Comisaría Provincial y un negociador procedente de la Jefatura Superior de Galicia, especialista en la solución de este tipo de conflictos. Además de los GOES, también se trasladaron a Freixeiro agentes de la Unidad de Intervención de Vigo. Asimismo, fue alertada la unida de los GEO en previsión de fuera necesaria su intervención.

Los habitantes de Freixeiro, una aldea perteneciente a la parroquia de Mourente, no recuerdan ningún suceso de semejante calibre en los últimos años. El último episodio trágico sucedido en el lugar ocurrió, según una de las vecinas, hace al menos tres décadas, cuando un vecino dio muerte a otro de la casa colindante por disputas relacionadas con la propiedad de los terrenos.